Redacción.
En la infancia existen niños que se creen superior a otros y les gusta hacer sentir mal a los demás.
Según los especialistas las dos razones que provocan esta situación son: la falta de amor y el amor mal entendido.
En el primer punto la psiquiatra estadounidense, Elizabeth Berger, explica que la prepotencia de estos niños es como una defensa psicológica en contra de una herida emocional.
Con el paso del tiempo y después de muchas desilusiones, el niño se considera como la única persona de la cual puede depender.
En el segundo caso, los pequeños se creen mejores porque sus padres los han educado con la idea de: “hijo, tienes que ganar y ser el mejor”. Este pensamiento solo engrandece el ego del niño.
