Descubra si su hijo adolescente tiene un problema mental

La depresión y andiedad se han vuelto un problema común entre los adolescentes

Estados Unidos.

Los cambios en el estado de ánimo y otras conductas desafiantes son normales en los adolescentes, lo que puede hacer que para los padres resulte difícil detectar problemas mentales graves como la depresión y la ansiedad, señala un experto.

Uno de cada cinco adolescentes desarrolla un trastorno grave de salud mental, la mayoría con un inicio antes de los 15 años. Pero en muchos casos, no reciben tratamiento hasta años más tarde, según el Dr. Aaron Krasner, psiquiatra de adolescentes y jefe del Servicio de Vida Durante la Transición del Hospital Silver Hill en New Canaan, Connecticut.

'Apenas el 20 por ciento de los adolescentes con trastornos mentales son identificados y reciben los servicios necesarios de salud mental. Como sociedad, debemos hacerlo mucho mejor', dijo en un comunicado de prensa del hospital.

Varias señales pueden alertar a los padres de que hay problemas, dijo Krasner. Incluyen cambios significativos en la conducta en casa o en la escuela, un declive inesperado en el rendimiento escolar, y cambios en el estado de ánimo que sean más extremos que antes.

Otras posibles señales de advertencia incluyen cambios en la salud física o la apariencia, como un aumento o una pérdida de peso; el descuido de la higiene personal; un nuevo grupo de amigos; dificultades para afrontar los problemas y las actividades diarias; pesadillas persistentes; abuso del alcohol y/o las drogas; estallidos frecuentes de agresividad o ira; amenazar con hacerse daño a sí mismo o a los demás; autolesiones o conductas autodestructivas; y amenazar con escaparse.

Otra causa de preocupación es la depresión, que tiene que ver con un estado de ánimo y una actitud negativos duraderos, con frecuencia acompañados de falta de apetito, problemas de sueño y pensamientos sobre la muerte, dijo Krasner.

Si los padres sospechan que su hijo adolescente tiene problemas de salud mental, deben mantener las líneas de comunicación abiertas, añadió.

'Los problemas de salud mental de los adolescentes son ’asunto de familia’. Pueden tener un efecto devastador sobre la familia, y es esencial que toda la familia participe en su resolución', enfatizó Krasner.

Si cree que su hijo adolescente necesita ayuda profesional, pídale al pediatra que le remita a un psicólogo o psiquiatra infantil, aconsejó Krasner.