San José, Costa Rica
Más de 2,000 cubanos aguardaban ayer en la frontera norte de Costa Rica la autorización para continuar su viaje hacia EUA, en un clima de creciente desesperación mientras Nicaragua les impedía el paso por su territorio. En la localidad norteña de La Cruz y el poblado fronterizo de Peñas Blancas, los cubanos permanecían albergados en iglesias, centros comunales y gimnasios, sin ninguna certeza de poder continuar su trayecto.
“Creo que Nicaragua no nos va a abrir las puertas, no sabemos qué nos va a pasar. Podemos estar aquí cinco días, diez días, pero no creo que soportemos más”, dijo a AFP Yordani García, un cocinero de 32 años que llegó a La Cruz acompañado de un amigo. “Aquí hay mujeres y niños, necesitamos que nos apoyen porque estamos sufriendo en esta espera”, agregó García, quien dijo haber salido de su país porque “la situación en Cuba es desesperante... las cosas no mejoran, al contrario, siguen empeorando”.
La situación agravó las tensiones bilaterales entre Costa Rica y Nicaragua. Managua acusa a su vecino de violar su soberanía al permitir el paso de los migrantes cubanos, mientras Costa Rica protestó por el uso de la fuerza para repeler a los isleños por parte de Managua. Cuba afirmó ayer que está en contacto con Costa Rica y Nicaragua para hallar una solución “rápida y adecuada”.
Solicitud
Exiliados y familiares en Miami de los cubanos que permanecen en Costa Rica, pidieron un “trato con humanidad” para los migrantes. “Pedimos que se les trate con humanidad y si es posible que todos los países les den la oportunidad de reunificarse con su familia, que es lo que ellos quieren al final del camino”, dijo Ramón Sánchez, presidente del grupo del exilio cubano en Miami Movimiento Democracia.
