Tegucigalpa, Honduras.
El consorcio alemán Tönnjes C.A.R.D. International montará en Honduras una fábrica para la elaboración de placas. La empresa, que entrará en funcionamiento en el primer semestre del año, tendrá una capacidad de producción de 15,000 placas diarias.
Esta será la segunda planta que el gigante alemán montará en la región centroamericana. Una planta ya funciona en Panamá, desde donde abastecen el mercado de varios países de América: Cuba, Guatemala, Bolivia, Perú, Colombia, Honduras y Haití. La obra tendrá un costo de 40 millones de dólares. El Grupo Tönnjes resultó ganador de la licitación convocada por Banco Atlántida para la operación y suministro de placas de vehículos y motocicletas de la República de Honduras durante un período renovable de 5 años, proyecto que contempla el establecimiento de la fábrica de placas en Honduras.
Actualmente, el Instituto de la Propiedad asumió el control del registro vehicular mientras la empresa Tönnjes fabrica las placas que se requieren para identificar a más de 150,000 carros y 250,000 motos que carecen de las mismas.
¿Quiénes son?
Tönnjes es una empresa con más de 180 años en el mercado, que inició operaciones trabajando el corcho. En la década de los años 50, del siglo XX, incursionaron en la elaboración de placas para vehículos y años más tarde desarrollaron productos para el registro vehicular como sistemas de software, base de datos y servicios.
Actualmente, se consideran líderes a nivel mundial en la fabricación de placas vehiculares, tecnología de identificación por radio frecuencia y otros documentos de alta seguridad para la identificación vehicular, así como en la fabricación de los equipos y herramientas para la confección de placas, los que acoplan a las necesidades de los países demandantes de estos productos.
Tienen presencia en más de 110 países y cuentan con 30 plantas fabricantes de placas alrededor del mundo. El volumen de producción total ronda los 50 millones, de los cuales entre 4 y 5 millones se fabrican en Panamá.
Alta tecnología
Kenji Schneidir, director ejecutivo de Tönnjes para América Latina y El Caribe, dijo a D&N que la planta que construirán este año en el país contará con todos los niveles de seguridad y de alta tecnología que requiere la fabricación de este tipo de productos, los cuales son un instrumento indispensable en los procesos de seguridad de una nación y una persona.
Explicó que las placas son la huella de identidad de los vehículos. “Una placa es un producto no comercial que, al igual que una cédula de identidad o pasaporte, no puede ser producido o reproducido fácilmente y debe contener características únicas para cada país, que como en el caso de un billete o pasaporte, sean imposibles o muy difíciles de falsificar”.
En el caso de Honduras, los alemanes elaborarán dos tipos de placas: un primer lote similar al que usan actualmente, con el que dotarán de matrículas a los automotores que carecen de ellas, y un segundo, en 2016, para “reemplacar” a todo el parque vehicular.
Ese segundo proceso ya incluiría un nuevo tipo de placas con medidas avanzadas de seguridad: marcas de agua escondidas, hologramas no falsificables fácilmente, gráficos incorporados, un chip de radiofrecuencia que identifica el vehículo a través de las placas y un match que estaría en el parabrisas, lo que hace que uno pueda leer el vehículo en forma electrónica y saber que la placa que lleva está de acuerdo con el resto de la documentación.
Los chips generalmente se leen a través de antenas fijas o móviles conectadas a la base de datos del parque vehicular. Esta es una solución que es masiva, pero no tiene las mismas características de un GPS; sino que similar. Es una tecnología en uso desde hace varios años en muchos países, entre ellos Perú y Colombia en América. “Es tecnología probada”, dijo Schneidir.
Las placas tendrán un costo por par de 9.13 dólares para autos y la de motos 13.20 dólares. Las placas para autos son más baratas en función de que su volumen es mayor (dos por vehículo) y la de las motos solamente una. “Son precios que están totalmente dentro del rango que enfrentamos en países donde trabajamos y donde no trabajamos”.
El consorcio alemán Tönnjes C.A.R.D. International montará en Honduras una fábrica para la elaboración de placas. La empresa, que entrará en funcionamiento en el primer semestre del año, tendrá una capacidad de producción de 15,000 placas diarias.
Esta será la segunda planta que el gigante alemán montará en la región centroamericana. Una planta ya funciona en Panamá, desde donde abastecen el mercado de varios países de América: Cuba, Guatemala, Bolivia, Perú, Colombia, Honduras y Haití. La obra tendrá un costo de 40 millones de dólares. El Grupo Tönnjes resultó ganador de la licitación convocada por Banco Atlántida para la operación y suministro de placas de vehículos y motocicletas de la República de Honduras durante un período renovable de 5 años, proyecto que contempla el establecimiento de la fábrica de placas en Honduras.
Actualmente, el Instituto de la Propiedad asumió el control del registro vehicular mientras la empresa Tönnjes fabrica las placas que se requieren para identificar a más de 150,000 carros y 250,000 motos que carecen de las mismas.
¿Quiénes son?
Tönnjes es una empresa con más de 180 años en el mercado, que inició operaciones trabajando el corcho. En la década de los años 50, del siglo XX, incursionaron en la elaboración de placas para vehículos y años más tarde desarrollaron productos para el registro vehicular como sistemas de software, base de datos y servicios.
Actualmente, se consideran líderes a nivel mundial en la fabricación de placas vehiculares, tecnología de identificación por radio frecuencia y otros documentos de alta seguridad para la identificación vehicular, así como en la fabricación de los equipos y herramientas para la confección de placas, los que acoplan a las necesidades de los países demandantes de estos productos.
Tienen presencia en más de 110 países y cuentan con 30 plantas fabricantes de placas alrededor del mundo. El volumen de producción total ronda los 50 millones, de los cuales entre 4 y 5 millones se fabrican en Panamá.
Alta tecnología
Kenji Schneidir, director ejecutivo de Tönnjes para América Latina y El Caribe, dijo a D&N que la planta que construirán este año en el país contará con todos los niveles de seguridad y de alta tecnología que requiere la fabricación de este tipo de productos, los cuales son un instrumento indispensable en los procesos de seguridad de una nación y una persona.
Explicó que las placas son la huella de identidad de los vehículos. “Una placa es un producto no comercial que, al igual que una cédula de identidad o pasaporte, no puede ser producido o reproducido fácilmente y debe contener características únicas para cada país, que como en el caso de un billete o pasaporte, sean imposibles o muy difíciles de falsificar”.
En el caso de Honduras, los alemanes elaborarán dos tipos de placas: un primer lote similar al que usan actualmente, con el que dotarán de matrículas a los automotores que carecen de ellas, y un segundo, en 2016, para “reemplacar” a todo el parque vehicular.
Ese segundo proceso ya incluiría un nuevo tipo de placas con medidas avanzadas de seguridad: marcas de agua escondidas, hologramas no falsificables fácilmente, gráficos incorporados, un chip de radiofrecuencia que identifica el vehículo a través de las placas y un match que estaría en el parabrisas, lo que hace que uno pueda leer el vehículo en forma electrónica y saber que la placa que lleva está de acuerdo con el resto de la documentación.
Los chips generalmente se leen a través de antenas fijas o móviles conectadas a la base de datos del parque vehicular. Esta es una solución que es masiva, pero no tiene las mismas características de un GPS; sino que similar. Es una tecnología en uso desde hace varios años en muchos países, entre ellos Perú y Colombia en América. “Es tecnología probada”, dijo Schneidir.
Las placas tendrán un costo por par de 9.13 dólares para autos y la de motos 13.20 dólares. Las placas para autos son más baratas en función de que su volumen es mayor (dos por vehículo) y la de las motos solamente una. “Son precios que están totalmente dentro del rango que enfrentamos en países donde trabajamos y donde no trabajamos”.