Pubertad precoz: “¿Mi hija es niña o adolescente?”

Debido a su adelantado desarrollo físico, las niñas son más propensas a la hipersexualización.

Elisa recuerda que era una de las niñas más altas del salón de clases cuando estudiaba en cuarto grado de primaria. Ese panorama cambió cuando entró a la secundaria y vio cómo sus compañeras eran cada vez más altas que ella.

Tuvo su primera menstruación -la menarquia- a los 8 años, lo que le valió escuchar esa famosa frase que los padres le dicen a las niñas tras el suceso: “Ya eres una señorita”. A Elisa la llevaron con el médico de la familia, quien le realizó una ecografía para descartar quistes en sus ovarios y le advirtió que podría tener problemas de fertilidad en un futuro.

En ese mismo tiempo, la menor regaló sus muñecas, comenzó a depilarse y adoptar una serie de actitudes “más adultas”. La ahora joven de 26 años cuenta a sus amigas que quizás debió disfrutar más de su niñez.

Pareciera, sin embargo, que cierto sector de la sociedad, el comercio y las redes están negados a esto y empujan a las niñas a convertirse en lo más temprano posible en “señoritas”. “La pubertad precoz es 20 veces más frecuente en niñas que en niños”, dice el endocrinólogo pediatra Óscar Flores Caloca, de TecSalud.

“Los estudios muestran que el 90 por ciento de las niñas tienen pubertad precoz idiopática central; es decir, son niñas sanas a las que se les adelantó el reloj biológico”. Oh mar, no es un fenómeno de minorías.

“El índice de masa corporal elevado, el sobrepeso, es lo que provoca una pubertad más temprana”, afirma Adrián Martínez, pediatra.

Sobrepeso y otros factores

Mayo Clinic indica que “ser niña” es uno de los dos factores que aumentan el riesgo de tener pubertad precoz (antes de los 8 años) o adelantada (entre los 8 y 9 años).

El otro factor es la obesidad. Para Flores Caloca, este fenómeno -que implica la menarquía, el crecimiento del botón mamario, el incremento de estatura, la maduración de genitales externos y la aparición de vello púbico y axilar- no es propio únicamente de las generaciones millenial y Z.

“A finales de 1800, la primera menstruación de las niñas se presentaba entre los 16 y 17 años, pero conforme mejoró la situación de vida de las personas, la menarquia comenzó a presentarse en edades más tempranas”, menciona. “Entre los años 50 y 70 se presentó como a los 12 años”.

Pero ¿cuáles son las causas de este fenómeno? La pandemia del covid-19 alentó muchas teorías sobre el desarrollo precoz de las niñas, explica el endocrinólogo pediatra.

“Con la pandemia se empezó a adelantar la pubertad porque, por el encierro, la gente dejó de hacer actividad física, se volvió más sedentaria.“El índice de masa corporal elevado, el sobrepeso, es lo que provoca una pubertad más temprana”, afirma Adrián Martínez, pediatra, coincide en que la obesidad es un desencadenante del fenómeno, sobre todo en un país como México y Honduras, que lidian con este grave problema de salud pública.“Sobre la pandemia lo que se ha visto es que los padres de familia se dan cuenta de la pubertad precoz por el hacinamiento, porque antes no había contacto de forma directa con sus hijas”, asegura.

Un resultado físico de la pubertad precoz o adelantada es que la niña tenga una estatura menor a la del promedio.

Riesgos de un pubertad precoz

Los especialistas Flores Carloca y Martínez coinciden en que un resultado físico de la pubertad precoz o adelantada es que la niña tiene una estatura menor a la del promedio. Al respecto, la pagadopsiquiatra Magdalena Rodríguez y la psicoterapeuta Marcela Aguilera alertan que las consecuencias de una pubertad temprana son psicológicas.

En su experiencia, las niñas que acuden a sus consultorios con este problema sufren “acoso”,trastornos de la conducta alimentaria,ansiedadydepresión depresión. Debido a su adelantado desarrollo físico, las niñas son más propensas a la hipersexualización, lo que puede perjudicar su sexualidad en la adultez.

“El riesgo de los adultos a las niñas es la hipersexualización, pero no con intención de pedofilia, sino de tratar como una mujer en potencia a las niñas, pidiéndoles roles más enfocados en el uso de su cuerpo para seducir”, dice Rodríguez. Es una carga muy fuerte para la edad y la capacidad de entendimiento de las niñas. Las predisponen a la presión física de sentir que su cuerpo está mal, a no querer seguir creciendo”.

Cómo y cuándo hablar con tus hijos sobre la pubertad
Si el padre o madre de familia no saben si tratar a su hija como niña o adolescente por los cambios físicos que presenta a su corta edad, el especialista agrega que hay que respetar su edad.

Respetar la edad

El psicoterapeuta Aguilera señala que siempre hay que tener en cuenta la edad biológica de la menor. “El riesgo es la hipersexualización en una mente que es inmadura, porque no podrá extraer este tipo de comentarios sin que tengan un impacto grave en su percepción”.

Si el padre o madre de familia no saben si tratar a su hija como niña o adolescente por los cambios físicos que presenta a su corta edad, el especialista agrega que hay que respetar su edad.

“No porque estemos observando el crecimiento de botones mamarios, la aparición del vello corporal o algunos otros aspectos en su cuerpo quiere decir que esa niña ya está lista para despedirse de esa parte infantil”.

El educador Jesús Amaya ha escrito sobre este tema y ha señalado desde las razones hasta los riesgos que enfrentan las niñas de pubertad temprana, que pueden llegar incluso a una pobre autopercepción corporal, trastornos alimenticios y experiencias sexuales prematuras. “Debemos estar atentos y abrir un canal de confianza y diálogo con nuestras hijas”, escribió, “sin perder de vista que siguen siendo niñas”.

Flores comparte otras razones del desarrollo precoz en las niñas más específicas:

1. La sustancia leptina estimula la secreción de las hormonas sexuales en la hipófisis.

2. La hiperinsulinemia (mayor insulina de la adecuada) aumenta los estrógenos.

3. La luz azul de los dispositivos electrónicos puede ser un disruptor endocrino, aunque faltan estudios concluyentes, aclara.

4. Otros más podrían ser los xenoestrógenos y fitoestrógenos (otros disruptores), que se encuentran en los plásticos que se dan en los supermercados, así como los ftalatos, otras sustancias que aceleran la pubertad y que se encuentran en perfumes, sprays para el cabello. . y los plásticos.