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Si Colón volviera a Honduras se quedaría en Trujillo

  • 13 febrero 2014 /

Trujillo, ciudad caribeña de ambiente colonial, es uno de los polos de mayor potencial de desarrollo del turismo en Honduras.

Trujillo, Colón.

El Instituto Hondureño de Turismo ha iniciado una campaña de promoción para que nacionales y extranjeros, no sólo inviertan en Trujillo, capital del departamento de Colón, sino también para que hagan de este rincón en el Caribe del país centroamericano uno de los mejores destinos turísticos por su encanto y sus numerosas cualidades.

'Trujillo está dentro de nuestra estrategia nacional de turismo sostenible, porque es un sitio encantador del Caribe esmeralda, que no sólo tiene el atractivo de sol y playa. Queremos que el inversionista nacional y extranjero venga a Trujillo', dijo a Efe Reportajes la ministra de Turismo, Nelly Jerez.

La alta funcionaria resaltó la rica historia colonial que tiene la ciudad, en el este del Caribe de Honduras, una urbe que en un tiempo también fue la capital hondureña.

Del pasado colonial de Trujillo son testigos mudos la fortaleza de Santa Bárbara, construida por los españoles, con sus cañones apuntando al mar, y el cercano sitio otrora Punta Caxinas, donde los navegantes celebraron la primera misa en tierra firme en el continente americano, en el cuarto y último viaje de Cristóbal Colón al otro lado del Atlántico.

En honor al descubridor de América, uno de los 18 departamentos de Honduras lleva el nombre del Almirante de los Océanos y, según comentó a Efe el ministro de los pueblos indígenas y afrodescendientes, Luis Green, 'si Cristóbal Colón volviera a Honduras se quedaría a vivir en Trujillo, por su belleza natural y herencia pluricultural”.

Trujillo, cabecera departamental de Colón, fue fundada el 18 de mayo de 1525 por un grupo de españoles encabezados por Juan de Medina.

Turismo de cruceros

Los encantos naturales de Trujillo han comenzado a atraer a inversores canadienses, como los de la empresa Banana Coast, que están por concluir un muelle para cruceros de lujo, cuya construcción comenzó en 2007.

En la primera etapa, que abarca los edificios de áreas comerciales y un restaurante, entre otras instalaciones, se han invertido cuatro millones de dólares, mientras que en la segunda fase, que incluye el muelle, sumarán unos 20 millones de dólares, dijo a Efe el gerente de Banana Coast, Hernán Batres.

'La primera etapa -de los edificios- está concluida', indicó Batres, quien además señaló que ya tienen confirmado con dos compañías internacionales, 'la llegada de doce cruceros a Trujillo en la temporada 2014-2015, con unos 14.000 turistas', y que mantienen conversaciones con otra dos empresas.

Batres enfatizó que los directivos de Banana Coast se decidieron por Trujillo para construir un muelle para cruceros 'por su casco histórico, su belleza natural y la cultura viva de grupos étnicos como los garífunas (afrodescendientes) y los pech, una etnia indígena que habita en Honduras desde hace miles de años.

'Trujillo cuenta además con una hermosa bahía que es una de las más profundas de Latinoamérica', recordó Batres.

El turismo de cruceros ha venido creciendo en Honduras en los últimos años y, según las autoridades locales, en la última temporada, de noviembre de 2012 a abril de 2013, más de 200 barcos atracaron en los dos puertos de la isla de Roatán, uno estatal y otro privado.

En general, el turismo en Honduras generó en 2012 unos 650 millones de dólares, mientras que para este año se espera que pase de los 700 millones.

Ejecutivos de Banana Coast, el alcalde de Trujillo, José Antonio Laínez, y empresarios de la hotelería, como Paula Guillén, coincidieron en señalar a Efe que la violencia que afecta al departamento de Colón no se da en el sector de Trujillo, sino en el Bajo Aguán, donde grupos de campesinos reclaman tierras y, con frecuencia, se registran enfrentamientos armados entre labradores y guardias de seguridad privada contratados por empresas agrícolas.

“El campesino no va a venir a atacar al turista, él reclama tierras en su zona donde trabaja”, subrayó Guillén.

Zoológico y jardín botánico

Además del muelle para cruceros, Banana Coast está invirtiendo en otro complejo turístico, unos pocos kilómetros al oeste de Trujillo, también frente al mar, que incluye un jardín botánico, un zoológico, un restaurante y una pista con obstáculos en la arena para motos de cuatro ruedas.

El gerente de esta empresa, Randy Jorgensen, dijo a Efe que en el parque, que ya está abierto al público, en principio se han invertido unos tres millones de dólares.

'Cuando comiencen a llegar los turistas que arriben a Trujillo en cruceros, el recorrido por el parque estará incluido', agregó.

La entrada al sitio, denominado Campo del Mar, es gratis. El visitante solamente paga por los servicios de restaurante y el uso de las áreas recreativas en la playa y el mar, explicó el director de Operaciones de Banana Coast, Charlie Biondolillo.

Biondolillo explicó que en el zoológico se reciben solamente aves como loras o guacamayas, y mamíferos, entre los que figuran varias especies de monos, mapaches y pizotes (un tipo de tejón), que han sido rescatados porque sufrieron daños o fueron abandonados.

En el jardín botánico, cuyas áreas están marcadas por colores de flores y plantas, como las amarillas en un sector y las rojas en otro, por ejemplo, también se cultivan hortalizas, vegetales y frutas tropicales exclusivamente para alimentar a los animales.

Complejo de villas

Otra empresa canadiense, Trujillo Beach Eco Development, desarrolla a unos quince minutos de Trujillo un complejo de villas y residencias, cercanas a la playa, cuyo coste por unidad oscila entre 70.000 y 100.000 dólares.

El complejo, que se construye en una extensión de unas 248 hectáreas, de las que solamente se urbanizarán el 30 por ciento y el resto se conservará en su estado natural, según explicó el gerente de proyectos, Julio Chi Ham, representa una inversión de 100 millones de dólares.

'El proyecto, que estará concluido en 2014, está orientado al mercado canadiense, israelí y también a hondureños, y los propietarios deciden luego si quieren alquilar o no las viviendas', agregó Chi Ham.

En el sitio exclusivo, que también dispone de viviendas cuyo alquiler vale 100 dólares diarios, se puede disfrutar del avistamiento de aves, cabalgatas y conocer la experiencia de cultivos de algunos productos agrícolas y la protección del medio ambiente, dijo el directivo.

Hasta ahora se han construido seis viviendas y catorce villas, todas ya vendidas, mientras que para el próximo año se espera que estén edificadas 40 casas para alquiler y unos 20 condominios.

Para aprovechar la luz solar, algunas de las viviendas construidas hasta ahora están equipadas con paneles que generan electricidad, lo que representará un ahorro y supone una fuente de energía limpia.

El mismo grupo empresarial canadiense tiene otro proyecto similar, de 100 lotes, en el sector de La Ceiba, departamento caribeño de Atlántida, denominado El Pino, al que se suma el de Playa Lagarto, en la provincia de Guanacaste, en el Pacífico de Costa Rica, indicó Chi Ham.

El ejecutivo también resaltó la belleza natural de Trujillo como motivo de selección como uno de los destinos turísticos para invertir en Honduras.

Ríos, montañas como las de Capiro y Calentura; la laguna de Guaimoreto, su impresionante bahía, la calidez de su gente, grupos étnicos y una rica historia colonial, hacen de Trujillo uno de los sitios más placenteros para hacer turismo en Honduras.