San Pedro Sula, Honduras.
La sociedad de antaño sampedrana lo extrañará. Ayer falleció en Nueva Orleans, Estados Unidos, el apreciado caballero norteamericano Henry Fransen, un hombre que hizo de San Pedro Sula su gran hogar.
La noticia conmocionó los diferentes círculos sociales de la élite de siempre, que lo recordaron en las redes sociales con bonitos mensajes y destacaron su imagen de hombre alegre, honorable, respetuoso, todo un caballero de gran jovialidad y con un carisma contagiante.
En enero de 2008, LA PRENSA cubrió su último cumpleaños que celebraba en San Pedro Sula. Arribaba a su 83 aniversario y en esa ocasión expresó: “siempre celebro mi cumpleaños porque nunca sabe uno cuándo será el último”. En realidad ese fue el último que compartía con amistades sampedranas.
Después se mudó a Nueva Orleans al lado de su esposa Millie, que lo acompañó hasta el último aliento de vida.
Socialmente destacó como Caballero de Suyapa, gran amigo de los recordados e ilustres sampedranos Víctor Manuel Rodríguez Barrios y Guillermo Gutiérrez, exalcalde sampedrano, y de otras personalidades.
Le encantaba bailar en las inolvidables y elegantes fiestas del Casino Sampedrano. Era muy distinguido en su vestir, siempre de blanco. En algunas ocasiones, con colores frescos.
En 2007, la 17 edición del Salón Nacional de Arte del Centro Cultural Sampedrano fue dedicado a él y se le entregó un reconocimiento. En vida fue galardonado en diversas ocasiones. Como empresario fundó el desaparecido supermercado Fransen, uno en el centro de la ciudad y otro en la avenida Circunvalación.
La sociedad de antaño sampedrana lo extrañará. Ayer falleció en Nueva Orleans, Estados Unidos, el apreciado caballero norteamericano Henry Fransen, un hombre que hizo de San Pedro Sula su gran hogar.
La noticia conmocionó los diferentes círculos sociales de la élite de siempre, que lo recordaron en las redes sociales con bonitos mensajes y destacaron su imagen de hombre alegre, honorable, respetuoso, todo un caballero de gran jovialidad y con un carisma contagiante.
En enero de 2008, LA PRENSA cubrió su último cumpleaños que celebraba en San Pedro Sula. Arribaba a su 83 aniversario y en esa ocasión expresó: “siempre celebro mi cumpleaños porque nunca sabe uno cuándo será el último”. En realidad ese fue el último que compartía con amistades sampedranas.
Después se mudó a Nueva Orleans al lado de su esposa Millie, que lo acompañó hasta el último aliento de vida.
Socialmente destacó como Caballero de Suyapa, gran amigo de los recordados e ilustres sampedranos Víctor Manuel Rodríguez Barrios y Guillermo Gutiérrez, exalcalde sampedrano, y de otras personalidades.
Le encantaba bailar en las inolvidables y elegantes fiestas del Casino Sampedrano. Era muy distinguido en su vestir, siempre de blanco. En algunas ocasiones, con colores frescos.
En 2007, la 17 edición del Salón Nacional de Arte del Centro Cultural Sampedrano fue dedicado a él y se le entregó un reconocimiento. En vida fue galardonado en diversas ocasiones. Como empresario fundó el desaparecido supermercado Fransen, uno en el centro de la ciudad y otro en la avenida Circunvalación.
