San Pedro Sula, Honduras.
Quizá sea por lo rápida que se ha vuelto la vida o por el cambio generacional en las costumbres, lo cierto que hoy en día pocas son las familias que se reúnen en la mesa a comer, ya que por lo regular cada miembro come solo y muchas veces en lugares que no son lo más recomendable.
El sitio mejor para ingerir los alimentos es en la casa.
Los expertos avalan que comer reunidos en familia es la mejor forma de ingerir los alimentos, ya que en ella se cumplen todas las normas básicas.
Además de reforzar los lazos de amor, cariño y fraternidad, lo que lo vuelve indudablemente una experiencia mucho más placentera y completa.
Cambios
“En familia no solo es más sano, sino también más placentero, y fomenta una mejor cultura de la alimentación”, explica la nutrióloga mexicana Magnolia Muñoz.
Entre los beneficios de comer en familia, la experta destaca que cuando se tiene hijos más chicos es bueno que los padres inculquen los buenos hábitos alimenticios, lo que hace que los propios padres los refuercen para una mejor nutrición.
Se debe comer frutas y verduras y servirse raciones adecuadas.
No olvidar lavarse las manos y los dientes, antes y después de la comida respectivamente, estos forman parte del ritual común de comer en familia y ayuda a una mayor nutrición e incluso, resulta más barato.
La especialista en trastornos de conducta alimentaria y obesidad, Marianela Ibarra, indica que los alimentos de deben ingerir en el comedor a la hora establecida y evitar distracciones como la televisión, tabletas y celulares.
Debe ser un momento para compartir y hablar sobre cómo fue el día en la escuela a sus hijos.
Combinación
La realidad es que cuando las familias crecen las múltiples ocupaciones de cada miembro terminan por fracturar este hábito, y eventualmente transforman la hora de la comida en una actividad solitaria.
A partir de ese momento, las personas se acostumbran a comer casi en cualquier lado desde la sala o su cuarto, hasta en el carro o el trabajo.
Además, comen de una forma poco sana.
Es importante cortar con este modo de alimentación, lo cual provoca que se aíslen y tengan un aumento del peso corporal.
La mejor forma de retomar el control, es que los padres estén presentes al momento de las comidas principales, para que los hijos, ya sean niños o adolescentes tengan ese momento de comunicación.
La madre podrá tener un control sobre la cantidad de alimentos que ingiera sus hijos, así evitará que puedan aumentar de peso.
Otro factor importante es que al comer en casa, se puede ahorrar dinero, ya que puede establecer la compra previa de los alimentos.
Además, puede presentar alimentos variados y que lleven mucho color para que sean apetitosos.
Prefiera el uso de aceites vegetales y use hierbas aromáticas para condimentar los alimentos. Y el proceso de cocinarlos: a la plancha, guisados, horneados o a las brasas.
El plato ideal está dividido en dos partes: la primera que incluye verduras y legumbres.
Mientras que la segunda se parte en dos mitades iguales para los carbohidratos y proteínas. No olvide una porción de lácteos.
Se debe ingerir cinco porciones de frutas y verduras al día, las cuales pueden incluirse en la merienda de la media mañana y de la tarde.
Quizá sea por lo rápida que se ha vuelto la vida o por el cambio generacional en las costumbres, lo cierto que hoy en día pocas son las familias que se reúnen en la mesa a comer, ya que por lo regular cada miembro come solo y muchas veces en lugares que no son lo más recomendable.
El sitio mejor para ingerir los alimentos es en la casa.
Los expertos avalan que comer reunidos en familia es la mejor forma de ingerir los alimentos, ya que en ella se cumplen todas las normas básicas.
Además de reforzar los lazos de amor, cariño y fraternidad, lo que lo vuelve indudablemente una experiencia mucho más placentera y completa.
Cambios
“En familia no solo es más sano, sino también más placentero, y fomenta una mejor cultura de la alimentación”, explica la nutrióloga mexicana Magnolia Muñoz.
Entre los beneficios de comer en familia, la experta destaca que cuando se tiene hijos más chicos es bueno que los padres inculquen los buenos hábitos alimenticios, lo que hace que los propios padres los refuercen para una mejor nutrición.
Se debe comer frutas y verduras y servirse raciones adecuadas.
No olvidar lavarse las manos y los dientes, antes y después de la comida respectivamente, estos forman parte del ritual común de comer en familia y ayuda a una mayor nutrición e incluso, resulta más barato.
La especialista en trastornos de conducta alimentaria y obesidad, Marianela Ibarra, indica que los alimentos de deben ingerir en el comedor a la hora establecida y evitar distracciones como la televisión, tabletas y celulares.
Debe ser un momento para compartir y hablar sobre cómo fue el día en la escuela a sus hijos.
Combinación
La realidad es que cuando las familias crecen las múltiples ocupaciones de cada miembro terminan por fracturar este hábito, y eventualmente transforman la hora de la comida en una actividad solitaria.
A partir de ese momento, las personas se acostumbran a comer casi en cualquier lado desde la sala o su cuarto, hasta en el carro o el trabajo.
Además, comen de una forma poco sana.
Es importante cortar con este modo de alimentación, lo cual provoca que se aíslen y tengan un aumento del peso corporal.
La mejor forma de retomar el control, es que los padres estén presentes al momento de las comidas principales, para que los hijos, ya sean niños o adolescentes tengan ese momento de comunicación.
La madre podrá tener un control sobre la cantidad de alimentos que ingiera sus hijos, así evitará que puedan aumentar de peso.
Otro factor importante es que al comer en casa, se puede ahorrar dinero, ya que puede establecer la compra previa de los alimentos.
Además, puede presentar alimentos variados y que lleven mucho color para que sean apetitosos.
Prefiera el uso de aceites vegetales y use hierbas aromáticas para condimentar los alimentos. Y el proceso de cocinarlos: a la plancha, guisados, horneados o a las brasas.
El plato ideal está dividido en dos partes: la primera que incluye verduras y legumbres.
Mientras que la segunda se parte en dos mitades iguales para los carbohidratos y proteínas. No olvide una porción de lácteos.
Se debe ingerir cinco porciones de frutas y verduras al día, las cuales pueden incluirse en la merienda de la media mañana y de la tarde.