Hoy se recuerda la llegada de los Tres Reyes Magos a Belén para entregarle presentes al Niño Dios. Según la tradición, este evento es celebrado con regocijo entre familiares y amigos degustando una deliciosa rosca de pan.
Este singular alimento consiste en un pan dulce adornado con tiras de fruta cristalizada o confitada de variados colores y se come en diferentes países del mundo; aunque es una tradición que nace en México, en nuestro país usted puede deleitarse y compartir en familia.
La rosca de reyes trae escondido un muñequito entre la masa y simboliza al Niño Jesús, el cual todos debemos buscar, quien lo encuentra se llena de tanto gozo que desea compartirlo con todos, por lo que promete una fiesta el próximo 2 de febrero, día de la Candelaria o Presentación del Señor. La importancia de este festejo radica en recordar la manifestación del Señor a todos los hombres con el relato de los Magos de Oriente que narra el Evangelio. Esta tradición se extiende hasta Chicago, adonde cada año decenas de empleados latinos trabajan día y noche en una panadería para tener preparadas a tiempo las tradicionales roscas de reyes al estilo mexicano.
La historia
La historia relata que los Reyes Magos provenían del Oriente y su objetivo era llegar hasta el pesebre donde se encontraba Jesús para regalarle oro, reconociéndolo como rey, incienso, dado que es el hijo de Dios y mirra la cual sólo se ofrece a los reyes.
Aquellos hombres que buscaban ansiosamente a Dios simbolizan la sed que tienen los pueblos que no conocen a Jesús.
La llegada de los Magos nos revela la vocación universal de la fe. Todos los pueblos son llamados a reconocer al Señor para vivir conforme a su mensaje y alcanzar la salvación. Es necesario entonces que durante la celebración se tome un momento para reflexionar acerca de la necesidad de mantener presente en sus actividades diarias al Divino Redentor.
El Día de Reyes se comenzó a celebrar en Occidente a partir del siglo V; mientras que la costumbre de traer regalos empezó en el siglo XIX. Al principio, los reyes en lugar de juguetes traían cosas como ropa, comida, e incluso leña y carbón. En los países donde está bien arraigada la tradición, los niños tienen que portarse bien para recibir sus regalos.
