Milán, Italia.
Las cosas no están marchando del todo bien para el dúo de la moda italiana Domenico Dolce y Stefano Gabbana. Los creadores de la firma Dolce&Gabbana se encuentran con dificultades profesionales y personales.
Primero un juez los condenó a ir a la cárcel por fraude fiscal, cosa que aún no ha pasado y que los ha puesto en el blanco de la crítica por suponer el echo algo insólito, debido a que la marca es una de las más prestigiosas y vendidas del planeta.
A finales de abril fueron condenados a un año y seis meses de prisión por el Tribunal de Milán por evasión fiscal de cerca de 200 millones de euros, según informaron los diarios italianos. La fiscalía había solicitado un año y ocho meses de cárcel para los diseñadores transalipinos, pero finalmente la condena se ha visto reducida a dos meses.
Bochornoso
Los modistos italianos han sido condenados por la venta de las enseñas D&G y Dolce&Gabbana a la sociedad tapadera Gado, creada en 2004 en Luxemburgo, para evitar pagar así los altos impuestos en Italia.
Además de los diseñadores, también han sido condenados por el tribunal lombardo a un año y dos meses por evasión de impuestos Alfonso Dolce, hermano de Domenico, y Giuseppe Minoni, encargados de administrar la marca de moda.
Debido a esto, la prestigiosa revista norteamericana Vanity Fair prepara un artículo sobre todos los conflictos legales que enfrenta el dúo, pero ellos quieren tapar el sol con un dedo.
Por ello, se han armado de coraje para presionar y evitar a toda costa que salga el reportaje. Están presionando con cancelar la pauta publicitaria en las publicaciones de la poderosa editorial Conde Nást, cuya cifra anual asciende a unos veinte millones de dólares.
“Si la revista no cancela el reportaje, ellos retirarían su publicidad de todas la revistas, asegura The New York Post. Por ello, se fueron donde la dama influyente de la moda Anna Wintour.
Pero como la editora de Vogue es inquebrantable y astuta, se negó a la retirada del artículo, pero, a mediados de julio, voló a Capri para la presentación de la colección de otoño de Dolce & Gabbana.
Llevó a su aliado y columnista de cabecera Hamish Bowles, que no ahorró halagos y celebraciones en su crónica de la pasarela. Todo fue astutamente orquestado para echarse al bolsillo a Domenico y Stefano.
“Emocionantemente bello”; “impresionante”, y “extraordinario” son algunos de los adjetivos con los que Bowles describió el espectáculo.
Según The New York Post, Wintour habló francamente con los diseñadores “para tranquilizarlos sin hipotecar la integridad periodística de Condé Nast” y, al mismo tiempo, “salvar la publicidad”.
Al parecer, la marca ha seguido comprando publicidad en las principales revistas del grupo, como Vogue, GQ o Condé Nast Traveler, pero no lo ha hecho en Vanity Fair, que tampoco se ha pronunciado si publicará o no el artículo desafiando los intereses económicos de Conde Nást y la integridad de la marca italiana.
Paranóico
Pero la pesadilla no termina ahí. Ahora los problemas legales que enfrenta la firma D han generado paranoia en Stefano Gabbana, quien asegura es perseguido por investigadores privados contratados por su socio Domenico Dolce.
El diseñador ha compartido con algunos de sus amigos su preocupación. Y aparentemente ya no existe confianza entre los socios, según el diario The New York Post.
“El cree que se trata de Domenico o que puede ser el Gobierno quien lo persigue. Ve gente con cámaras”, dijo una fuente cercana a él.
Gabbana publicó en Instagram una fotografía de la noticia con la leyenda: “Page Six ahora piensan que contraté a detectives para seguir a Domenico !!! #mentira #fantasía”.
Todos estos problemas han desencadenado especulaciones a que el dúo podría separarse comercial y empresarialmente, ya que como pareja lo hicieron desde 2005 y han declarado que están “enamorados” de la “ropa y de la mujer”.
Cuando anunciaron su ruptura sentimental expresaron que “en un nivel profesional seguiremos juntos, ya que trabajamos muy bien, tenemos un entendimiento muy fuerte. Lo que pasó en el pasado continúa y continuará para siempre. Tenemos un amor muy fuerte”.
Las cosas no están marchando del todo bien para el dúo de la moda italiana Domenico Dolce y Stefano Gabbana. Los creadores de la firma Dolce&Gabbana se encuentran con dificultades profesionales y personales.
Primero un juez los condenó a ir a la cárcel por fraude fiscal, cosa que aún no ha pasado y que los ha puesto en el blanco de la crítica por suponer el echo algo insólito, debido a que la marca es una de las más prestigiosas y vendidas del planeta.
A finales de abril fueron condenados a un año y seis meses de prisión por el Tribunal de Milán por evasión fiscal de cerca de 200 millones de euros, según informaron los diarios italianos. La fiscalía había solicitado un año y ocho meses de cárcel para los diseñadores transalipinos, pero finalmente la condena se ha visto reducida a dos meses.
Bochornoso
Los modistos italianos han sido condenados por la venta de las enseñas D&G y Dolce&Gabbana a la sociedad tapadera Gado, creada en 2004 en Luxemburgo, para evitar pagar así los altos impuestos en Italia.
Además de los diseñadores, también han sido condenados por el tribunal lombardo a un año y dos meses por evasión de impuestos Alfonso Dolce, hermano de Domenico, y Giuseppe Minoni, encargados de administrar la marca de moda.
Debido a esto, la prestigiosa revista norteamericana Vanity Fair prepara un artículo sobre todos los conflictos legales que enfrenta el dúo, pero ellos quieren tapar el sol con un dedo.
Por ello, se han armado de coraje para presionar y evitar a toda costa que salga el reportaje. Están presionando con cancelar la pauta publicitaria en las publicaciones de la poderosa editorial Conde Nást, cuya cifra anual asciende a unos veinte millones de dólares.
“Si la revista no cancela el reportaje, ellos retirarían su publicidad de todas la revistas, asegura The New York Post. Por ello, se fueron donde la dama influyente de la moda Anna Wintour.
Pero como la editora de Vogue es inquebrantable y astuta, se negó a la retirada del artículo, pero, a mediados de julio, voló a Capri para la presentación de la colección de otoño de Dolce & Gabbana.
Llevó a su aliado y columnista de cabecera Hamish Bowles, que no ahorró halagos y celebraciones en su crónica de la pasarela. Todo fue astutamente orquestado para echarse al bolsillo a Domenico y Stefano.
“Emocionantemente bello”; “impresionante”, y “extraordinario” son algunos de los adjetivos con los que Bowles describió el espectáculo.
Según The New York Post, Wintour habló francamente con los diseñadores “para tranquilizarlos sin hipotecar la integridad periodística de Condé Nast” y, al mismo tiempo, “salvar la publicidad”.
Al parecer, la marca ha seguido comprando publicidad en las principales revistas del grupo, como Vogue, GQ o Condé Nast Traveler, pero no lo ha hecho en Vanity Fair, que tampoco se ha pronunciado si publicará o no el artículo desafiando los intereses económicos de Conde Nást y la integridad de la marca italiana.
Paranóico
Pero la pesadilla no termina ahí. Ahora los problemas legales que enfrenta la firma D han generado paranoia en Stefano Gabbana, quien asegura es perseguido por investigadores privados contratados por su socio Domenico Dolce.
El diseñador ha compartido con algunos de sus amigos su preocupación. Y aparentemente ya no existe confianza entre los socios, según el diario The New York Post.
“El cree que se trata de Domenico o que puede ser el Gobierno quien lo persigue. Ve gente con cámaras”, dijo una fuente cercana a él.
Gabbana publicó en Instagram una fotografía de la noticia con la leyenda: “Page Six ahora piensan que contraté a detectives para seguir a Domenico !!! #mentira #fantasía”.
Todos estos problemas han desencadenado especulaciones a que el dúo podría separarse comercial y empresarialmente, ya que como pareja lo hicieron desde 2005 y han declarado que están “enamorados” de la “ropa y de la mujer”.
Cuando anunciaron su ruptura sentimental expresaron que “en un nivel profesional seguiremos juntos, ya que trabajamos muy bien, tenemos un entendimiento muy fuerte. Lo que pasó en el pasado continúa y continuará para siempre. Tenemos un amor muy fuerte”.
