Si hay algo de que lo que se arrepiente Nicole Kidman es de haberse inyectado toxina botulínica o botox, una sustancia a la que, como ella, recurren muchas famosas de Hollywood.
Si bien era un secreto a voces que la ex de Tom Cruise recurre o recurría a estas inyecciones para lucir un mejor aspecto, es la primera vez que la actriz de origen australiano habla abiertamente sobre un tema que tanto ha dado que hablar en su vida.
En una entrevista que acaba de conceder con motivo de la promoción de su película, 'Grace de Mónaco', la intérprete de 47 años, ha reconocido haberlo utlizado, aunque sólo en el pasado. 'Lo del botox fue un error, fruto de la presión y del deseo de lucir mejor, algo que les pasa a muchas actrices en Hollywood', ha explicado Kidman.
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En este sentido, Kidman ha sorprendido afirmando que no ha vuelto a utlizarlo y tampoco ha pasado por quirófano: 'Puedo decir que no he vuelto a usarlo y que lo que ves ahora es fruto de una vida sana, de alejarme del humo del tabaco y de dormir todas las horas que puedo: nada de cirugía', ha explicado.
Lo lamenta
En la entrevista, donde ha sorprendido por su enorme sinceridad, Nicole también habla de otro asunto controvertido de su pasado: su relación con Tom Cruise, con quien tiene dos hijos adoptados, Connor e Isabella.
La actual esposa de Keith Urban ha hecho referencia a su matrimonio con el productor y actor estadounidense comparándola con el del cantante de música country.
'Cuando eres muy joven crees que las cosas saldrán de una manera sólo porque tú quieres. Lamentablemente, esto no funciona así y es muy duro tener que descubrirlo y digerirlo. En mi actual matrimonio las cosas funcionan de otra manera porque las expectativas son distintas y porque tienes la suficiente experiencia como para saber que es cosa de dos y que el esfuerzo tiene que ser mutuo', explicó la actriz.
Aunque ya era madre de dos hijos, Nicole Kidman, ganadora de un Oscar, tres Globos de Oro y un Bafta, asegura que serlo con Keith le ha cambiado aún más y le ha dado la tranquilidad que deseaba: 'Tener hijos con Keith me ha cambiado totalmente, me anima a tener una vida más sana y tranquila, a estar más en casa y a prescindir de cosas superfluas. Necesitaba esa estabilidad en mi vida, creo que todo el mundo la necesita: es difícil poder caminar sin eso'.
La intérprete, que en realidad nació en Hawai y no Australia, se casó con Urban en 2006 y con él tuvo a sus dos hijas pequeñas, Sunday Rose, de seis años, y Faith Margaret, de cuatro. Aunque sigue siendo una de las grandes actrices de Hollywood, ella tiene claro que, hoy por hoy, no cambia ninguna película por estar con sus hijos.