Los Ángeles, Estados Unidos.
Hollywood se rindió a la fuerza interpretativa y el talento de Peter Dinklage, un actor de estatura pequeña que ha triunfado en el cine y que hace las delicias de millones de telespectadores que siguen las aventuras de su personaje en la serie Game of Thrones (Juego de Tronos), por el que acaba de recibir otro premio Emmy.
Lo habitual es triunfar en el cine o la televisión con un físico atractivo o con unos músculos potentes, pero hacerlo con una altura de 1.35 cm no es muy normal, pero así lo ha hecho Dinklage, quien se ha convertido en todo un astro de la pequeña pantalla.
El trabajo de este hombre es reconocido también en la pantalla grande con The Station Agent (2003), Lassie (2005), Penélope (2006), Underdog (2007), The chronicles of Narnia: prince Caspian (2008), Death at a funeral (2010), A case of you (2013), X-Men: days of future past (2014) o Pixels (2015), entre otras.
Pero, sin duda, su popularidad ha subido como la espuma gracias a su personaje de Tyrion Lannister con el que logró el Premio Emmy como mejor actor de reparto en una serie dramática en dos ocasiones, en 2011 y 2015; el Scream Award al mejor actor de reparto; el Globo de Oro al mejor actor de reparto -serie, miniserie o película de televisión- en 2012, y también el Empire Hero Award, este mismo año.
Un auténtico luchador
Tras el personaje de Tyrion está un verdadero profesional de la interpretación que comenzó su carrera pasados los treinta años con el protagonismo del filme independiente The Station Agent por el que ya recibió el reconocimiento de la crítica y estuvo nominado como mejor actor en los premios Independent Spirit y Screen Actors Guild.
Peter nació hace 46 años con acondroplasia, que es la forma más conocida de enanismo con extremidades cortas, pero su familia era de estatura normal, “ellos nunca me dieron un trato especial, porque en el mundo real no pasa nada en un caso como el mío”, destaca.
Su físico no le ha impedido crecer más, pero es algo que siempre ha mostrado con cierta arrogancia y con orgullo, como cuando le entrevistaron en 2012 para la revista Rolling Stone e indicaba que “la arrogancia es un mecanismo de defensa”, aseverando que cuando le recordaban continuamente su estatura, solo tenía dos opciones: “o te escondes en un rincón oscuro o alardeas de ello y lo utilizas como escudo”.
Un escudo que le ha permitido crecer de forma especial, no en estatura, pero sí profesionalmente, y que lo ha convertido en un verdadero referente de que hay otro tipo de personajes que pueden triunfar en el difícil mundo de la farándula. “Eso es fantástico. Hollywood, por fin, está abriendo la puerta a perfiles de personas reales. No todo se reduce a los guapos de toda la vida”, comenta.
Y así lo debió pensar, dado que desde niño decidió convertirse en actor estudiando varios cursos de interpretación y graduándose en la universidad en arte dramático, pero mostrando una firmeza mental poco habitual y, a pesar de las dificultades, siempre se mantuvo fiel a sus principios de no aceptar jamás un papel de elfo ni de duende, las habituales ofertas para actores con enanismo. De hecho rechazó varios papeles de ese tipo y se centró en el teatro y decidió participar en algunos filmes independientes. Pero la meca del cine terminó fijándose en el talento que atesora.
Hollywood se rindió a la fuerza interpretativa y el talento de Peter Dinklage, un actor de estatura pequeña que ha triunfado en el cine y que hace las delicias de millones de telespectadores que siguen las aventuras de su personaje en la serie Game of Thrones (Juego de Tronos), por el que acaba de recibir otro premio Emmy.
Lo habitual es triunfar en el cine o la televisión con un físico atractivo o con unos músculos potentes, pero hacerlo con una altura de 1.35 cm no es muy normal, pero así lo ha hecho Dinklage, quien se ha convertido en todo un astro de la pequeña pantalla.
El trabajo de este hombre es reconocido también en la pantalla grande con The Station Agent (2003), Lassie (2005), Penélope (2006), Underdog (2007), The chronicles of Narnia: prince Caspian (2008), Death at a funeral (2010), A case of you (2013), X-Men: days of future past (2014) o Pixels (2015), entre otras.
Pero, sin duda, su popularidad ha subido como la espuma gracias a su personaje de Tyrion Lannister con el que logró el Premio Emmy como mejor actor de reparto en una serie dramática en dos ocasiones, en 2011 y 2015; el Scream Award al mejor actor de reparto; el Globo de Oro al mejor actor de reparto -serie, miniserie o película de televisión- en 2012, y también el Empire Hero Award, este mismo año.
 El mes pasado, el elenco de “Juego de Tronos” se llevó el Emmy a Mejor serie dramática y 11 galardones más.
|
Tras el personaje de Tyrion está un verdadero profesional de la interpretación que comenzó su carrera pasados los treinta años con el protagonismo del filme independiente The Station Agent por el que ya recibió el reconocimiento de la crítica y estuvo nominado como mejor actor en los premios Independent Spirit y Screen Actors Guild.
Peter nació hace 46 años con acondroplasia, que es la forma más conocida de enanismo con extremidades cortas, pero su familia era de estatura normal, “ellos nunca me dieron un trato especial, porque en el mundo real no pasa nada en un caso como el mío”, destaca.
Su físico no le ha impedido crecer más, pero es algo que siempre ha mostrado con cierta arrogancia y con orgullo, como cuando le entrevistaron en 2012 para la revista Rolling Stone e indicaba que “la arrogancia es un mecanismo de defensa”, aseverando que cuando le recordaban continuamente su estatura, solo tenía dos opciones: “o te escondes en un rincón oscuro o alardeas de ello y lo utilizas como escudo”.
Un escudo que le ha permitido crecer de forma especial, no en estatura, pero sí profesionalmente, y que lo ha convertido en un verdadero referente de que hay otro tipo de personajes que pueden triunfar en el difícil mundo de la farándula. “Eso es fantástico. Hollywood, por fin, está abriendo la puerta a perfiles de personas reales. No todo se reduce a los guapos de toda la vida”, comenta.
Y así lo debió pensar, dado que desde niño decidió convertirse en actor estudiando varios cursos de interpretación y graduándose en la universidad en arte dramático, pero mostrando una firmeza mental poco habitual y, a pesar de las dificultades, siempre se mantuvo fiel a sus principios de no aceptar jamás un papel de elfo ni de duende, las habituales ofertas para actores con enanismo. De hecho rechazó varios papeles de ese tipo y se centró en el teatro y decidió participar en algunos filmes independientes. Pero la meca del cine terminó fijándose en el talento que atesora.
 Peter está casado desde el año 2005 con Erica Schmidt, directora teatral.
|
