Reino Unido.
En la pantalla ha movido la cadera como Elvis Presley, se ha llenado de placeres como Enrique VIII y se ha empachado de sangre como Drácula...Pero en la vida real parece indigente.
La decadencia de Jonathan Rhys-Meyers llegó a uno de sus niveles más notables esta semana cuando fue captado caminando desorientado por las calles de Londres agarrando una botella de vodka.
Ojos rojos, mirada perdida, camiseta manchada, cabello hecho un desastre y botones del pantalón abiertos complementaron su aspecto desaliñado.
El actor irlandés de 37 años acumula tres altercados en distintos aeropuertos por querer abordar aviones completamente borracho, y en el 2011 tuvo que pagar una multa de mil euros en París por intoxicarse en la vía pública.
A pesar del vicio, no le ha faltado trabajo. Actualmente está metido en cuatro proyectos cinematográficos a estrenarse este año: Byrd and the Bees, The Damascus Cover, Stonewall y London Town.
El modelo vs. el borracho
La imagen miserable del actor errante en Londres contrasta con la estampa de modelo que ofreció años atrás para varias marcas.
En 2001 fue imagen para la firma Club Mónaco y durante dos temporadas anunció Versace (2006 y 2007).
Su trabajo más importante en publicidad fue para las fragancias Hugo Boss, firma para la que trabajó desde 2006 hasta que le suspendieron el contrato en 2011 por sus líos con la bebida.
Tres intentos fallidos
Ha llegado por su propio pie a internarse en tres ocasiones en el centro de rehabilitación Promises en Malibú, California, el mismo donde han tomado terapia contra las adicciones Britney Spears, Charle Sheen, entre otros.
Sus intentos sucedieron en el 2005, 2007 y 2009. Las dos primeras ocasiones aguantó tres meses internado, pero en la tercera permaneció menos de un mes en la clínica.
“Beber ya no es la salida para mí, de hecho nunca bebí hasta los 25 años, cuando estaba filmando en Tailandia, pues me sentía solo y comencé a beber. Ahora beber no encaja con lo que quiero hacer. Quiero ser útil en mi vida y beber no es sinónimo de ello”, señaló en noviembre de 2007 al diario Daily Mail.
En la pantalla ha movido la cadera como Elvis Presley, se ha llenado de placeres como Enrique VIII y se ha empachado de sangre como Drácula...Pero en la vida real parece indigente.
La decadencia de Jonathan Rhys-Meyers llegó a uno de sus niveles más notables esta semana cuando fue captado caminando desorientado por las calles de Londres agarrando una botella de vodka.
Ojos rojos, mirada perdida, camiseta manchada, cabello hecho un desastre y botones del pantalón abiertos complementaron su aspecto desaliñado.
El actor irlandés de 37 años acumula tres altercados en distintos aeropuertos por querer abordar aviones completamente borracho, y en el 2011 tuvo que pagar una multa de mil euros en París por intoxicarse en la vía pública.
A pesar del vicio, no le ha faltado trabajo. Actualmente está metido en cuatro proyectos cinematográficos a estrenarse este año: Byrd and the Bees, The Damascus Cover, Stonewall y London Town.
El modelo vs. el borracho
La imagen miserable del actor errante en Londres contrasta con la estampa de modelo que ofreció años atrás para varias marcas.
En 2001 fue imagen para la firma Club Mónaco y durante dos temporadas anunció Versace (2006 y 2007).
Su trabajo más importante en publicidad fue para las fragancias Hugo Boss, firma para la que trabajó desde 2006 hasta que le suspendieron el contrato en 2011 por sus líos con la bebida.
Tres intentos fallidos
Ha llegado por su propio pie a internarse en tres ocasiones en el centro de rehabilitación Promises en Malibú, California, el mismo donde han tomado terapia contra las adicciones Britney Spears, Charle Sheen, entre otros.
Sus intentos sucedieron en el 2005, 2007 y 2009. Las dos primeras ocasiones aguantó tres meses internado, pero en la tercera permaneció menos de un mes en la clínica.
“Beber ya no es la salida para mí, de hecho nunca bebí hasta los 25 años, cuando estaba filmando en Tailandia, pues me sentía solo y comencé a beber. Ahora beber no encaja con lo que quiero hacer. Quiero ser útil en mi vida y beber no es sinónimo de ello”, señaló en noviembre de 2007 al diario Daily Mail.
Los galardones de la estrella de cine
Jonathan ha estado tres veces nominado al Globo de Oro. En 2006 ganó como mejor actor en una miniserie al encarnar a Elvis Presley en “Elvis” (2005). Por ese mismo papel obtuvo también el Emmy. Las otras dos nominaciones que le dio la prensa internacional de Hollywood fueron en las premiaciones de 2008 y 2009 como mejor actor al interpretar a Enrique VIII en la serie “The Tudors”. En diciembre, le propuso matrimonio a su novia, la actriz y productora Mara Lane.