Miami, Estados Unidos.
Cuando Mac Radner (Seth Rogen) y Kelly (Rose Byrne) se convierten en padres, ambos deciden que es tiempo de madurar, comportarse como adultos y dejar atrás la vida loca de adolescentes.
Pero cuando se mudan a su nuevo vecindario coinciden con la fraternidad universitaria Delta Psi Beta, cuyo presidente, Teddy Sanders (Zac Efron), organiza fiestas colosales que se convierten en fuertes dolores de cabeza para la pareja.
Alrededor de esta guerra gira la trama de Buenos Vecinos, que estrenó el viernes pasado en Honduras. “(La identificación con el personaje) es una de las razones por las que quería ser parte de la película y verla realizada. No podía pensar en una cinta que fuera particularmente sobre la lucha que uno enfrenta al tener un hijo.
Sobre no salir por ser responsable y no poder divertirse más. La historia fue para nosotros una zona fácil de identificar divertida. Probablemente por eso no tengo hijos”, dijo Rogen de 32 años de edad.
El filme, dirigido por Nicholas Stoller, se rodó en abril y mayo del año pasado en Los Ángeles y fue preestrenado en el festival South by Southwest, de este año.
El actor canadiense platicó que las escenas de las fiestas fueron de las favoritas de toda la producción, pues la cantidad de extras que reclutaron hicieron que este tipo de secuencias fueran bastante realistas.
“Todo este trabajo nos llena de toneladas y toneladas de gente en las casas donde trabajamos. Es una locura divertida, hay momentos en el filme donde de verdad parece que estás caminando en medio del reventón. Repartimos cámaras a las personas de fondo en las escenas y en la fraternidad, dijimos a las personas que queríamos grabar 10 minutos de fiesta”, explicó.
Buenos Vecinos cuenta con un presupuesto de 18 millones de dólares y hasta la fecha ha recaudado en la taquilla mundial 238.3 millones, de acuerdo con cifras del sitio Box Office Mojo, por lo que Seth está pensando en la secuela: “estamos hablando mucho del tema. Al menos no hemos hecho una película que odiemos tras trabajar en ella año y medio. Con El avispón verde aprendimos que no tenemos que hacer películas de 200 millones de dólares. La parte económica es la más complicada. Conseguir sacar adelante un proyecto es mucho más complicado que hacerlo”.
Un papel satisfactorio para Zac
Zac Efron asegura que el carácter rebelde y desenfadado del que hace gala su personaje en este película es consecuencia directa del talento interpretativo de su compañero de reparto Seth Rogen, quien le ayudó notablemente durante el rodaje de la cinta con su habilidad para hacer “todo más divertido”.
“Siempre he admirado el sentido del humor de Seth porque es muy transparente y capaz de reírse de sí mismo, por eso me he identificado con su estilo desde que era muy joven.
Es muy bueno, hace que cualquier cosa sea divertida. Seth es capaz de contagiar su sentido del humor a todos los que le rodean, haciendo que cualquiera pueda resultar gracioso en pantalla”, reconoció durante una entrevista en la emisora británica BBC Radio 1.
La experiencia de trabajar con el simpático Seth, quien también ejerce de productor de la cinta, ha resultado tan satisfactoria para Zac que ahora desearía que su amigo pudiera participar en todos sus nuevos proyectos para dar continuidad a su estrecha amistad. “Nuestra relación es fabulosa en lo personal y en lo profesional, por lo que me encantaría que Seth pudiese producir todas mis películas de ahora en adelante. Es el tipo de persona que consigue marcar el ritmo y el rumbo de todo el equipo. Ayudaba a nuestro director, Nicholas Stoller, y lograba conectar todos los aspectos de la producción. Es un tipo increíble, y es genial poder improvisar con él”, concluyó.
