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Fotos de Rosalinda Bueso

  • 02 agosto 2011 /

Rosalinda Bueso posó junto al político mexicano Marcelo Ebrard.

    La exembajadora de Honduras en México, Revista Estilo.

    Rosalinda expresó en ese momento que era más que una cara bonita sino una mujer comprometida con su país y dispuesta a cambiar la historia de centenares de inmigrantes hondureños que cruzan territorio azteca en busca del sueño americano.

    La sesión fotográfica estuvo a cargo del talentoso Ricardo Rivera. El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, sorprendió a los mexicanos al aparecer en la revista Quién junto a su nueva pareja, Rosalinda Bueso Asfura quien se desempeñó como embajadora de Honduras en México de 2007 a 2009.

    Rosalinda tiene 34 años de acuerdo con la revista, la cual publica una serie de fotografías del político junto a su nueva pareja, a quién Marcelo Ebrard describió como 'una mujer lindísima, un encanto'.


    Después de la crisis política en Honduras, Bueso permaneció en México y recomendó no viajar a Honduras.


    Derivado de la crisis y el respaldo de la comunidad internacional al gobierno de Manuel Zelaya, la presencia de la embajadora hondureña en México se hizo bastante notoria.

    Cabe señalar que en caso de formalizar y contraer matrimonio, Rosalinda y Marcelo, enfrentaría un tercer sí, ya que ambos han estado casado en dos ocasiones.

    Y debido a la inestabilidad en su país, el PRD organizó con ella una mesa redonda para exponer la dificíl situación provocada por la imposición de Micheletti en el poder.

    En una entrevista con Estilo

    Gracias a su experiencia en el campo político, Rosalinda se perfila como la mujer perfecta para Marcelo Ebrard, quien buscaba una pareja que le apoyara en su carrera política y que lo encontró en esta hondureña.

    Fue precisamente su función como embajadora en México la que hace un tiempo nos llevó a ella. Queríamos saber sobre su gestión en aquel país y por ello le invitamos a ser portada de ESTILO.

    Durante la entrevista y el photoshoot, en aquel momento, Rosalinda demostró distintas facetas, algunas desconocidas hasta por ella misma. Romántica y con marcado aire retro; moderna y femenina; imponente y misteriosa; elegante y fashionista; dulce y juvenil… fue como una obra teatral en la que cada cambio de maquillaje, daba paso a un nuevo personaje. Pero independientemente de lo diferente que resultó cada look, su esencia era la misma, la de una mujer fuerte, disciplinada, quizá un poco tímida, pero con mucha seguridad y desbordante belleza, la misma que fue el detonante de las críticas, que en algún momento llegaron a asegurar que su nombramiento se debió únicamente a su cara bonita. Afortunadamente, su serenidad le enseñó a pasarlos por alto sin dejar que le afectaran, “todo funcionario público está siempre expuesto a ser blanco de ataques, pero esos son gajes del oficio, no doy mayor importancia a comentarios, más si provienen de personas que no me conocen”, dice con firmeza.

    Pero detrás de su rostro hermoso se esconde una mujer joven pero con mucho carácter, que contra viento y marea, sorteando toda clase de rumores infundados, se ganó a pulso su nombramiento.

    En aquel entonces, en la que pudimos entrevistarla, Rosalinda decidió obviar cualquier pregunta que rayara en la intimidad, los detalles de su divorcio o en su vida personal, lo que si dejó muy claro es que es una persona transparente, y que llegó hasta donde se encuentra gracias a su preparación académica y su experiencia.

    En febrero de 2006, todos siguieron paso a paso su debut en el ámbito público como Coordinadora del Ceremonial Diplomático y Enlace con Cancillería, un puesto que desempeñó durante ocho meses. Luego llegó una nueva oportunidad como Embajadora Itinerante, Coordinadora de Cooperación, Inversión y Libre Comercio. A sus 29 años, ello se presentaba como un enorme reto que estaba lista para asumir, “fue un puesto enriquecedor en todo sentido ya que a través del mismo se exploran oportunidades de fortalecimiento de cooperación bilateral y multilateral y se fortalecen campos de interés para todos los hondureños en temas como salud, educación y protección al medio ambiente”.

    A pesar de su juventud, ella asegura que no tuvo ninguna dificultad para asumir ese compromiso, “la base de todo ha sido haberme preparado ampliamente para desarrollar un tema que siempre me ha apasionado, el hecho de tener dos títulos universitarios, hablar varios idiomas y haber cursado importantes materias en Europa, me dieron un nivel de preparación significativo para desarrollar las funciones que me fueron asignadas”.

    En abril de 2008, y para sorpresa de muchos, Rosalinda Bueso Asfura fue nombrada embajadora de Honduras en México. La noticia corrió como pólvora, y aunque no faltó más de un comentario fuera de lugar, ella no dudó ni un instante de sus capacidades para desempeñar el cargo. Y es que estaba segura que sus mejores armas eran la experiencia recién adquirida, más la preparación académica en dos licenciaturas, una en Administración de Empresas Turísticas y otra en Mercadotecnia y Ventas, además de otros estudios en la Universidad de Lebrija, en Madrid. Todo ello sumado a diversos cursos, foros y convenciones en las que sin saberlo, fue preparando el terreno para su papel como la más joven de la diplomacia hondureña. Y es que más que un obstáculo, asegura que su juventud resultó ser su mayor punto a favor, “las nuevas generaciones hemos sido preparadas para ser líderes en cualquier campo en que nos desenvolvamos.

    Soy una mujer que trazo mis objetivos y me encantan los retos, los que acepté con mucho orgullo y determinación”. Ante la pregunta sobre si hubo oposición alguna por su nombramiento, su respuesta es inmediata, “las reacciones dentro del actual gobierno fueron en todo momento muy positivas, sobre si hubo oposición, considero que en ningún momento, todo lo contrario, siempre sentí muchísimo apoyo y respaldo”.

    omprobar con sus propios ojos la dura historia que viven cada año más de cien mil hondureños que dejan todo atrás en la búsqueda de una mejor oportunidad, marcó huellas profundas en la vida de Rosalinda, quien ha vivido en esos recorridos, las experiencias más tristes, “recuerdo cuando vi pasar un tren lleno de indocumentados, que para sostenerse a los vagones utilizaban fajas y pañuelos. Entre ellos iba una señora con su bebé en manos y su pequeña hija entre sus piernas, me sentí tan impotente de no poder detenerla para brindarles ayuda, que desde ese día mi único objetivo ha sido cubrir las necesidades primordiales y darles todo el apoyo, no solo como representante de mi país sino como ser humano”.

    A raíz de esas experiencias se enfocó en divulgar los peligros que enfrentan los ilegales, que en un 75 por ciento son deportados, y muchos de ellos regresan al país mutilados, gravemente heridos o en el peor de los casos, mueren durante el trayecto. En su labor como protectora de sus derechos, se encontró con una aliada incondicional, la española Aguas Ocaña, la ex primera dama de Honduras que preside el Consulado de España en Guadalajara. “Ella fue una fiel colaboradora, estuvimos siempre en contacto, cuando hubo algún caso de algún hondureño nos brindó apoyo incondicional, les aportaba alimentación, cuidados médicos, prótesis, cuando la necesitan, y pasajes aéreos para regresar a Honduras. Siempre se aprende de mujeres tan valiosas como ella y la pongo de ejemplo porque siendo ella de origen español, siempre está pendiente de apoyar a nuestros migrantes, lo que más admiro de ella, aparte de su gran corazón, es que ha sabido salir adelante a cualquier problema. Fue una excelente primera dama, tal como Mary Flakes o Xiomara Castro Zelaya”.

    Así, a pesar de las dificultades, Rosalinda Bueso Asfura logró imponer su sello en la embajada y cumplir fielmente con su misión y como ella misma comentó en aquel entonces “me considero una digna representante de mi país, me he entregado al máximo a mi trabajo, dando siempre lo mejor de mi. La vida me ha premiado con esta gran oportunidad. Me considero afortunada, y modestia aparte, siento que he sabido sobrellevar y enaltecer el nombre de Honduras en estos meses”.

    UN POCO MÁS DE ROSALINDA

    ¿Lo que más extraña de Honduras?
    Mi familia, especialmente a mis padres y mis hermanas, siempre hemos sido muy unidos.

    ¿Para mantenerse en forma?
    Trato de mantener una alimentación balanceada, mantengo bien hidratada mi piel y procuro hacer ejercicio al menos 3 veces por semana.

    ¿Su estilo de vestir?
    Soy muy tradicional, pienso que en la sencillez está el gusto. Una pieza indispensable son los accesorios.

    ¿Para divertirse?
    Tengo una vida social muy pasiva, mi entorno lo realizo con las actividades estrictamente de trabajo.

    ¿En su tiempo libre?
    Me encanta la cocina, escuchar música, escribir, asistir al teatro.

    ¿Cómo se autodescribe?
    Leal, responsable, servicial, alegre, fuerte cuando lo tengo que ser, con convicciones definidas, espontánea, romántica, sensata, tolerante y no soporto la mentira.

    Un mantra infalible

    Sonreír en todo momento a la vida, soy muy positiva, aplico muchas afirmaciones en forma de mantra, ya que surten poderosos efectos y las palabras son una forma de estructuración
    interna.

    ¿Un antídoto para las críticas?
    Ignorarlas y aprender a vivir con ellas.