25/04/2024
12:58 AM

'No me importa lo que dice nadie”: Tim Burton

El productor más abstracto de Hollywood habla de su nueva película infantil “Frankenweenie”.

    Muy pocos directores en Hollywood tienen la suerte de ser reconocidos con una película sin siquiera mirar los títulos.

    Y la firma de Tim Burton con un estilo tan particular se impuso en el mundo del cine con producciones tan diferentes como Beetlejuice, Batman o El planeta de los simios. Lo increíble es descubrir que en sus comienzos como animador de Disney no lo habían dejado estrenar los 27 minutos que había filmado, con la película Frankenweenie, porque la historia de un perro resucitado como Frankestein no era apropiada para el público infantil. Y como si hubiera tenido que esperar un año por cada minuto de filmación, 27 años más tarde se dio el lujo de volver a filmar la misma película, para estrenar ahora una versión completa.


    -¿Es gracioso que su película original de Frankenweenie haya tenido 27 minutos de duración y tuvo que esperar 27 años para estrenarla?

    Da miedo pensarlo. Pero hacer Nightmare before Christmas me llevó 10 años. No sé por qué, pero es muy extraño el mundo de las películas con marionetas, por todo el tiempo y la gente que se necesita.


    -¿Mirando atrás en el tiempo, cómo reaccionó cuando se dio cuenta de que la película original no se iba a estrenar?

    Estaba acostumbrado. En ese momento sentí que yo vivía en una extraña burbuja porque en realidad estaba agradecido de poder hacer esa clase de películas que casi no se conocían. A nadie le habían dado la oportunidad. Y aunque nunca se estrenó ni la vio nadie, tengo que estar agradecido porque me ayudó a conseguir el trabajo de director en esta gran aventura del cine.

    -¿Por qué cree que Disney no quiso estrenar la película 27 años atrás y hoy sí? ¿No sigue siendo la misma película que no consideraban apropiada para un público infantil?

    Es una decisión de Disney. Pero lo dicen todo el tiempo que hago una película. Lo dijeron con Nightmare before Christmas. Y hoy se me acercan chicos de cinco años diciéndome “yo era así”. Y a esa edad, yo mismo veía las peores películas de terror. Por eso no puedo creer que haya un estilo de cine determinado para el público infantil. Nunca lo hice, nunca lo haré. Y sigo peleando todo el tiempo. Cuando hice Batman dijeron que iba a ser demasiado oscura. Y ahora, mi película de Batman parece una roca con forma de corazón (comparada con la última versión). Estuve por ahí, ya lo hice, experimenté el tema. Y lo sigo haciendo.


    -¿Y es verdad que Disney lo había despedido justamente por aquella película original de Frankenweenie?

    Bueno, habría que preguntarle a ellos (risas). En Disney me habían despedido por varias razones. Primero que todo, como animador era pésimo. Les gustaba la idea de tenerme, pero no sabían qué hacer conmigo. Y fueron tan lejos como pudieron, por eso estoy agradecido. Nunca sentí nada negativo hacia ellos porque para ser honesto me dieron las primeras oportunidades que nunca hubiese tenido en ningún otro lugar.

    Siguiendo los pasos de las películas animadas Corpse bride y The nightmare before Christmas, la animación con marionetas de Frankenweenie es realmente uno de los estilos de animación más antiguos. Con una película que tiene nada menos que 24 cuadros por segundo, significa que tienen que cambiar la posición de cada marioneta, 24 veces, solo para conseguir un segundo de película. El proceso es tan difícil que en una semana apenas logran cinco segundos de cine. El secreto está en filmar varias escenas al mismo tiempo con copias del mismo personaje. Y en este caso necesitaron 18 animadores que trabajaron independientemente, para la misma película, con 17 copias del personaje principal de Víctor y otras 12 marionetas del perrito Sparky, creadas especialmente con dibujos hechos personalmente por Tim Burton. El doblaje de las voces también es muy parecido a los dibujos animados y en la versión en inglés de Frankenweenie, se escuchan varios famosos como Winona Ryder, Martin Short, Catherine O’Hara y Martin Landau. ¿La gran diferencia con otras películas de animación de marionetas? Esta vez le agregaron los efectos más modernos 3D.


    -¿Es la primera película 3D en blanco y negro que se estrena en Hollywood?

    La primera en blanco y negro en la historia de 3D, no. Creo que habían estrenado en blanco y negro La criatura de la laguna negra. En los años 50 hubo un par de películas que terminaron después en 3D.

    -¿Ni siquiera es la primera película de este estilo de animación que se estrena en 3D?

    Es la primera de este estilo pensada en 3D, sí. Y tengo que decir que me sorprendió la belleza del blanco y negro. Lo hice para tratar de crear otro estilo de emoción y ayuda. Y, por suerte, la falta de colores no generó grandes problemas.


    -¿Qué le gusta tanto del blanco y negro que son incluso los colores que usa siempre para vestirse?

    Me visto siempre de negro porque me llevaría media hora por día sentarme a pensar si el azul va con la camisa amarilla y los pantalones verdes. Pero me gusta la ropa interior de colores (risas).

    -¿La última entrega del óscar premiando una película en blanco y negro ayuda al estreno de su propia versión en blanco y negro?

    Probablemente no molesta. Pero no es la razón. Es pura casualidad.


    -¿Es otra casualidad que el personaje de Víctor en la película se parezca demasiado a usted?

    Supongo que tiene varios elementos míos. Yo también solía experimentar con animales, sí. Pero esta vez son solo marionetas, ningún animal salió lastimado (vuelve a reírse).

    -¿Qué partes de la película puede decir “así es mi vida”?

    En esta película traté de mostrarlo todo, desde la arquitectura de la casa y los amigos. Hasta la forma en que se siente la noche. Es cierto que en esta película traté de manejarme con una máquina muy personal.


    -¿Entonces existe una verdadera historia con su perro que inspiró a hacer la película?

    Sí. Tenía un perro enfermo que no se suponía que tenía que vivir demasiado y vivió más de lo esperado. Es una de esas primeras relaciones que uno nunca olvida.


    -¿Hay alguna otra parte de su vida que quiera mostrar en el cine?

    No. Supongo que uno va jugando con el paso del tiempo. Todos cambiamos, aunque sigamos cierto esquema que se queda con nosotros para siempre. Pero hay diferentes formas de vernos.

    Probablemente jamás hubiera podido hacer una película como Big fish hasta que murió mi padre. Hay ciertas experiencias en la vida que no se pueden expresar necesariamente hasta que suceden realmente. Hay ciertos temas que afectan la forma en que uno siente ciertas cosas y por supuesto generan cierto efecto en los proyectos.


    -¿Qué les diría a los adolescentes que quieren cumplir el mismo sueño artístico que usted solía tener en su adolescencia?

    Primero que todo, si dibujan, que no se fijen lo que dice la gente. Si les gusta dibujar, que dibujen. A mí no me importa lo que dice nadie. Nunca dije “ah, voy a ser director de cine”. Si no lo hubiese conseguido, a lo mejor me hubiera desilusionado. Si te gusta algo, no esperes nada, la suerte está en hacer lo que te gusta. A lo mejor vas a aprender haciéndolo, a lo mejor no, pero si te gusta lo que haces, ya ganaste lo que la mayoría de la gente ni siquiera tiene en sus vidas, que es hacer lo que les gusta. Hay gente que odia su trabajo, odia su vida, no hace nada que le gusta. Pero todos tienen la oportunidad de hacer algo. Ganarse la vida es probablemente otro tema, pero todos podemos hacer lo que nos gusta. Y con los jovencitos recomendaría que busquen su lado artístico con música, escribir o dibujar. Que lo hagan. Es una buena forma de expresión muy importante. Todos la necesitamos.