La tranquilidad y paz espiritual que Winona Ryder buscó por tanto tiempo le llegó desde que se fue a radicar a San Francisco, California.
Blanco de todo tipo de comentarios en la última década desde aquel incidente en el Saks Fifth Avenue de Beverly Hills, donde sustrajo artículos sin pagarlos y fue condenada a libertad condicional y trabajo comunitario, la actriz (41) afirma que en su casa de la famosa bahía californiana vive plena y segura. “Mi vida ha cambiado por completo. Ahora estoy viviendo permanentemente en San Francisco y es un mundo distinto para mí, es una atmósfera completamente diferente y la estoy disfrutando al cien por ciento.
Ya estoy muy adaptada, me siento fascinada por el anonimato y el respeto que existe. No hay (paparazis), no hay acoso. Ando en bicicleta, visito museos, salgo con mis amigos y amigas y no pasa nada, estoy alejada de la locura del día a día (en Los Ángeles).
Cerca de su familia“Tengo mucho tiempo para mis amigos, familia, hermana, no me quejo de nada, la bendición de mi trabajo es que no necesariamente debo radicar en el lugar donde hay más exposición. Ahora, después de los 40, me emociona mucho más crecer, mostrar mi experiencia, no me llegan los temores de qué sucederá con mi vida.
Al contrario, me encanta pensar en lo que viene en el futuro”, expresa.Nominada dos veces al Óscar y reconocida por sus roles en Mujercitas, La edad de la inocencia y Beetlejuice, la estrella hollywoodense promovió este año el filme The iceman, con el cual atrajo la luz de los reflectores gracias a los buenos comentarios que ha generado este filme de Ariel Vromen.
“La gente me pregunta mucho sobre estar de nuevo en las pantallas y no sé si significa ‘te extrañamos’ o ‘te odiamos, ¿qué haces aquí?’. He estado en este trabajo tanto tiempo, desde una edad temprana, que no me parece que haya estado fuera de él.
En mis 20 tuve demasiada carga de trabajo y solo me he dado pausas. Con todo lo que he vivido me he dado cuenta de lo importante que es tener una vida alterna al trabajo y me he acercado mucho a mi familia, adoro a mis amigos, he aprendido mucho más de la vida sin depender solo de lo que me da el trabajo”, observa.
La exnovia de famosos como Johnny Depp, Matt Damon y Christian Slater dice que se considera anticuada y echa de menos ciertos aspectos de su profesión de aquella época en la que despuntó, en los años 80 y 90.
“Cuando empecé en el cine no había tantos medios relacionados con la industria, acaso una o dos revistas y ya. Hoy en día hay todo tipo de medios, hablan desde lo que haces hasta lo que no, se meten en tu intimidad, te cotizan, hablan de cuánto cuestas, te valoran por lo que te pagan.
Soy muy chapada a la antigua y todo me gusta a la antigua. No me gusta que ahora haya una falta de privacidad tan fuerte”, dijo.
'Si estuviera empezando ahora en la actuación, lo pensaría dos veces; sería mesera o algo así. Hay tanta invasión de la privacidad que no me imagino empezando (hoy)”, dijo.
