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La siguiente lección

  • 19 noviembre 2011 /

Esta es la lección número dos de una clase que debemos de aprender… si queremos vivir mejor.

    La semana pasada les comenté sobre mi visita a La Plaza Comercial Bioclimática Techos Verdes, en la colonia El Barral, en San Pedro Sula. No puedo comenzar esta segunda parte sin dar las gracias a todas las personas que me escribieron dándome sus comentarios y sugerencias. Esto me demostró que la arquitecta Stassano, fundadora del proyecto, no está sola en la Ciudad del Adelantado. Es cuestión de pensar diferente…

    Lección No. 2

    Cada día hace más calor en los meses de febrero a agosto. Y cada día hay más inundaciones durante los meses del invierno. Algo que no debería de sorprendernos puesto que el cambio climático nos lo han anunciado, señalado, demostrado y comprobado hasta la saciedad. Pero como no hacemos caso, seguimos botando árboles, construyendo casas y edificios de vidrio sin ventilaciones y poniendo más pavimento sobre pavimento. Por lo visto, nos gusta tanto el calor que decidimos calentar más todavía el ambiente, gastando la electricidad proveniente de plantas térmicas para utilizarla en aparatos de aire acondicionado que funcionan de día y de noche. Así de contradictorios somos los sampedranos.

    Curiosamente, nuestros abuelos y tatarabuelos tenían una idea más clara de cómo construir casas, adecuándolas correctamente en función de los vientos y la posición del sol. Construían sobre pilotes para evitar las inundaciones y cada casa tenía aleros y pórticos para proteger a los caminantes de las inclemencias del tiempo. Techos con grandes pendientes ayudaban a controlar el agua lluvia y los edificios y casas estaban separadas entre si para aumentar la ventilación natural.

    Las casas eran frescas en verano y seguras en el invierno. Y no dependían de aires acondicionados para brindar confort térmico.

    La arquitecta Stassano y su grupo de colaboradores se han convertido en los nuevos Quijotes de la arquitectura bioclimática en San Pedro Sula. Con su plaza comercial y sus proyectos habitacionales construidos en la colonia El Barral, han demostrado que el consumo y gasto de energía eléctrica se puede reducir en enormes cantidades, lo mismo que la temperatura interior en las casas. Stassano se basa en tres estrategias simples y baratas: crear sombras naturales o artificiales (porches, aleros, enredaderas, plantas colgantes, etc.), promover la ventilación cruzada (crear aberturas opuestas de entrada y salida del aire) y la protección adecuada a la lluvia y las inundaciones. Ojalá puedan visitar la Plaza para aprender sobre todas las soluciones que allí se proponen.

    En especial, les invito a que recorran el proyecto Viviendas Peregrinas y los microapartamentos para jóvenes, en los que se utilizan contenedores metálicos reciclados, paletas de madera, tubos y tapones plásticos. Todo pensado para el clima tropical húmedo de San Pedro Sula.