26/04/2024
10:08 PM

Diez años de exaltar el espectáculo

El Círculo Teatral Sampedrano celebra hoy la primera década del teatro José Francisco Saybe.

    Un día como hoy, hace diez años, se colocó el último adorno en el templo de la cultura y las artes en la zona norte: el teatro José Francisco Saybe.

    Ha pasado una década de ese histórico y memorable momento para la vida artística de la gran San Pedro Sula, gracias a la iniciativa de un hombre visionario y sin límites y cuyo nombre fue escogido para bautizar este recinto por una campaña exitosa de Diario LA PRENSA.

    Tres días después, gracias al esfuerzo y la cooperación financiera de empresas y gente que creyó en el proyecto, este teatro fue inaugurado en una velada nunca antes vista en la ciudad.

    Se desplegó alfombra roja, se estrenó la millonaria obra de época Angelina, el honor de un brigadier y se festejó ese gran éxito en una gala sin precedentes.

    “El mayor usuario es el Círculo Teatral Sampedrano, pero el teatro es de todos y para todos. Los hondureños y turistas son bienvenidos. Este edificio es propiedad de la Fundación Cultural de San Pedro Sula, que trabajó por muchos años recolectando fondos para construir y regalar a los sampedranos un escenario digno de las artes”, expresa el pionero e ideólogo del proyecto José Francisco Saybe.

    El también director teatral detalla que “son 220 noches de actividad sin contar ensayos. La ocupación del teatro es del 92% anualmente y hasta el día de hoy, este recinto cultural ya tiene contratadas 218 noches del 2014 de 365 días de la agenda habilitada”.

    El sueño

    La primera piedra de este sueño se colocó un 6 de mayo de 1995 en un terreno que la Fundación Cultural de San Pedro Sula adquirió en 1980.

    Fueron más de 20 años luchando por conseguir fondos pero el tiempo fue lo de menos. El sacrificio valía la pena y poco a poco, con aportes económicos grandes y chicos, se levantaba lentamente la monumental obra que sorprendía por su arquitectura a todos los que pasaban frente a el inmueble.

    “Los turistas que han visitado otros teatros y también artistas extranjeros se han quedado maravillados por las comodidades, funcionabilidad, acústica, tamaño del escenario y hasta por el inmenso y atractivo lobby donde caben unas 300 personas”, describe Saybe.

    Este sitio ofrece un salón de usos múltiples donde pueden disfrutar unas 400 personas, tiene camerinos amplios, doce bodegas, oficinas, sala de juntas y hasta parqueo para brindar la comodidad que ningún otro teatro en el país la posee.

    Pero este teatro no solo fue diseñado para obras y eventos artísticos, sino también para conciertos de orquestas filarmónicas y de cámara, ópera, shows populares, coros y por ello tiene un pozo para acoger una orquesta de 35 músicos y una capacidad de 506 amplias butacas para que el público admire su evento con comodidad.

    “Las butacas importadas de Michigan son modernas y amplias de 21 y 22 pulgadas con perforaciones acústicas en su parte inferior. Son las mismas que se colocaron en el teatro de la cantante canadiense Celine Dion en Las Vegas”, recalca.

    Inversión

    Hacer este teatro no costó una cantidad accesible. Fueron millones de lempiras e interminables noches de trabajo, desvelo e ilusiones durante ocho años que duró la construcción, sin contar los 25 años que llevaba el CTS trabajando para recolectar dinero y así tener su propia sede.

    Pero para los directivos de la fundación, no solo era el inmueble, sino también la tecnología en iluminación y sonido para que la calidad fuera incomparable. “Hace un par de años estos equipos de alta tecnología teatral fueron reforzados gracias a una donación del Gobierno de Japón y eso es gracias a la transparencia, trabajo impecable y movimiento artístico que tiene el teatro”, dice.

    El coloso cultural vino así a aportarle prestancia a la ciudad y ha promovido en las escuelas, colegios, universidades y asociaciones del país que poseen grupos artísticos variados a que lo utilicen promoviendo el arte y regalando talento a muchos hondureños ávidos de espectáculos de calidad.

    Los precios y la accesibilidad que brinda a la ciudadanía, hacen que el teatro y el CTS ayuden a que la gente acuda y que florezca en ellos una cultura de apoyo a las artes sin restricción.

    Gracias al arrastre que ha tenido este lugar, han habido obras que han ampliado su número de funciones, “corriendo hasta tres meses de presentaciones a teatro lleno” y logrando que más personas puedan apreciar las puestas en escena.

    Proyectos

    Actualmente la fundación cuenta con más de 40 miembros activos y comprometidos y en cuyos planes está mantener el ornato y la edificación tal y como se inauguró.
    Así lo han hecho y el teatro no ha cambiado en lo más mínimo desde su inauguración. Se continúa con la venta de ladrillos a mil lempiras y donde su nombre puede estar grabado para la posteridad y se ampliarán los baños de mujeres por la gran cantidad que asiste.

    Este teatro no absorbe presupuesto gubernamental ni municipal y se mantiene solo gracias a que los sampedranos lo han adoptado como el lugar preferido para visitar, admirar y aplaudir el arte nacional.

    Estadística

    Honor Angelina, el honor de un brigadier, fue la obra de época con la que se inauguró el teatro.

    Público Hasta el día de hoy han asistido al teatro más de 700 mil personas de Honduras y el mundo.

    Récord Actualmente pasan por el teatro cada año más de 100 mil personas en las diversas funciones.

    Variedad Shows de Japón, México, Argentina, España, Brasil, Francia, Taiwán, Estados Unidos y Rusia se han presentado.

    Proyección El teatro ha albergado más de 1550 presentaciones, entre obras, conciertos, eventos, ballet, exposiciones, congresos, presentaciones de discos, premiaciones y eventos esperados como Nocturnal de Gala y Del barroco al jazz.