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La masacre en Silín, Colón

  • 15 diciembre 2008 /

En una batalla campal se convirtió la lucha por la tenencia de la tierra en la comunidad de Silín del departamento de Colón. Ganaderos y campesinos se enfrentaron.

    En una batalla campal se convirtió la lucha por la tenencia de la tierra en la comunidad de Silín del departamento de Colón. Ganaderos y campesinos se enfrentaron a fuego cruzado. La refriega dejó diez muertos y cuatro heridos.

    La tarde del domingo 3 de agosto se cubrió de sangre. El tramo carretero entre la comunidad de Marañones y Honduras Aguán fue escenario de una de las masacres más horrendas en el agro. La causa de la matanza fue la lucha entre campesinos y terratenientes por mantenerse en los predios donde antes funcionaba el Centro Regional de Entrenamiento Militar, Crem.

    En esa guerra de balas y machetes perdieron la vida siete personas del grupo de los terratenientes y por parte de los campesinos hubo tres muertos.

    Esa tragedia ya estaba anunciada y las autoridades del Gobierno también estaban advertidas de lo que podía pasar. Adolfo Cruz, dirigente campesino, manifestó que desde las cinco de la madrugada estaban siendo intimidados por los ganaderos Henry y Pedro Sorto, ambos hermanos. Henry Sorto es oficial de la Policía y terrateniente. Su hermano murió en el enfrentamiento.

    “Nosotros le pedimos calma al movimiento porque no queríamos que esto llegara hasta estos límites. A las 5.30 de la mañana Henry Sorto y Pedro Sorto llegaron al lugar armados con fusiles Ak 47. Llamamos a la policía de Trujillo para que fuera a ver la casa de los Sorto, les pedimos personalmente que fueran a desarmar a esa gente para que no termináramos en una tragedia.

    Ellos dijeron que no podían hacer nada en ese aspecto. Ante la negativa de la Policía tomó fuerza el problema”, dijo en ese entonces el dirigente. Los campesinos tomaron la casa de los Sorto a la fuerza y encerraron al grupo de personas que estaban en el inmueble. Le prendieron fuego a la vivienda. Algunas de las víctimas murieron calcinadas y otras por heridas de machete y balas.