Las porciones y variedad de comida previenen el cáncer

ESPAñA.

Los alimentos que se comen, sus proporciones y la forma en que se cocinan son las bases de una dieta equilibrada que puede prevenir ciertos tipos de cáncer y mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos al combatir los efectos negativos de la obesidad sobre esta patología: el cáncer.

Lo que se come no solo incide sobre la salud del presente, sino también sobre el estado sanitario en el futuro debido al valor preventivo de los alimentos que se encuentran en su capacidad para intervenir en los ciclos de estructuración del ADN, de tal manera que “elementos como los antioxidantes o las vitaminas permiten reparar daños a nivel celular y evitar modificaciones que deriven en una célula mala”, explica el doctor Pedro José Robledo.

Hábitos saludables

Si bien este vínculo entre obesidad y cáncer no es de causa-efecto, ya que pueden intervenir múltiples factores, una alimentación variada reduce las posibilidades de enfermar.

Cuando el diagnóstico oncológico no se puede evitar, la importancia de unos hábitos de vida saludables reside en su capacidad para combatir la desnutrición y el deterioro inmunitario provocados por el tratamiento o la propia enfermedad. Dos características, prevención y calidad de vida, que sugieren un tratamiento multidisciplinar del cáncer, en el que la actividad física y el estado nutricional se conviertan en parte del tratamiento.

Llegar a encontrar una dieta variada, en función de la edad y el consumo calórico de cada persona, permite reducir el riesgo oncológico y afrontar mejor la enfermedad.

Junto a la reducción de alimentos perjudiciales, una dieta adecuada puede incluir nutrientes protectores como la fibra, que previene al organismo contra el cáncer de estómago o mama, y la vitamina D, por su papel protector frente al cáncer de colon. Para conseguir una dieta variada, se debe añadir opciones que permitan cumplir los consejos generales de alimentación”, comentó Robledo.

Los alimentos aportan nutrientes necesarios para reducir el riesgo de padecer la enfermedad.

Sépalo

1. Se debe equilibrar el consumo de grasas. El consumo habitual de carne roja aumenta el riesgo de cáncer de colon.

2. La grasa de los alimentos está relacionada con el cáncer de mama, colon y próstata.

3. El consumo de alcohol excesivo supone mayores probabilidades de padecer tumores de laringe, páncreas y vías biliares.

Presentación de los alimentos

El paciente oncológico puede comer bien “Se puede estimular la alimentación oral mejorando la preparación culinaria y la presentación de los platos, variando con frecuencia los alimentos y la forma de preparación”, expone Gonzalo Martín Peña en su trabajo: “Soporte nutricional en el paciente oncológico”.

Se debe prestar atención a las texturas De esa manera se disminuye el esfuerzo que representa la ingesta en algunos pacientes debilitados.

Recomienda cuidar el ambiente a la hora de comer y procurar un entorno agradable, preferiblemente con familiares y amigos en situaciones tranquilas y evitar los lugares con olor a comida.