El paisaje de piedra caliza marcado por grietas conocidas como grikes; rocas aisladas, como caídas del cielo, llamadas clints; colinas completamente verdes y sin árboles y vestigios arqueológicos de hasta seis mil años lo harán sentir en una novela de J.R.R. Tolkien.
Se trata del Parque Nacional El Burren, ubicado en la costa noroeste de Irlanda en el Condado de Clare, no es la comarca hobbit. Pero, efectivamente, el autor de la saga de El Señor de los Anillos visitó esta región con su buen amigo C. S. Lewis, y se dice que varios estudiosos de su obra, creen que estos lugares inspiraron el ambiente de algunos de sus mundos.
Ni hablar de la cueva Poll nagColm, pronunciada: “Pole na Gollum”, también visitada por Tolkien y de la que se cree tomó el nombre para su atormentado personaje.
El Condado de Clare se encuentra a 260 kilómetros de Dublín. Y su Geoparque de Burren-Acantilados de Moher, forma parte de la Red Mundial de Geoparques Nacionales reconocidos por la UNESCO por su alto valor histórico, geológico y ecoturístico.
Ubicado entre las ciudades de Limerick y Galway, el geoparque abarca un paisaje geológico de lomas ondulantes y mesetas calcáreas, cursos de agua que desaparecen bajo la tierra y emergen de una intrincada red de cuevas.
Donde se mire, hay aguna postal al natural. “Burren” viene de la palabra gaélica boireann que significa “terreno rocoso”, y en los 40 kilómetros de largo y 25 de ancho que abarca esta meseta hay varias rocas célebres.
Cómo llegar
No hay vuelos directos a Dublín, pero puede volar a Londres, Madrid, Barcelona u otras capitales europeas y de ahí abordar la aerolínea de bajo costo irlandesa: Ryanair. Una vez ahí puede rentar un auto (se conduce por la izquierda; la app Sygic UK & Ireland es recomendable) o tomar el tren a Galway y luego un autobús a Doolin.
Cuándo ir
La temperatura media anual es de unos 10 grados, puede haber chubascos en cualquier época del año. Otoño y primavera son las épocas más recomendables porque hay menos turismo y puede tocar semanas enteras de mucho sol. No olvide llevar un impermeable.
Qué probar
El irish stew, un estofado de cordero; el tocino ahumado con coles; los quesos cashel azul y el durrus ahumado son imperdibles. Y asegúrese de no salir a explorar sin probar el típico desayuno irlandés: huevos fritos, tocino, salchichas, tomates y hongos asados, pudín negro y café con whisky irlandés.
Encontrará estos platillos en cualquiera de los restaurantes locales de Doolin o Galway. Si quiere probar delicias de alta cocina visite al Cullinan’s Seafood en Doolin, que ha ganado más de 10 reconocimientos.
 Combinaciones insólitas de especies árticas, alpinas y mediterráneas conforman la riqueza geológica de este parque.
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