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La cabaña real de Heidi en Suiza

  • 23 abril 2016 /

Heidi es la niña 'literaria' más conocida del mundo, cuyas aventuras han sido traducidas a unos 50 idiomas

Suiza.

Suiza es conocida en el mundo por sus bancos, el chocolate, el queso, los relojes, las montañas y... Heidi. El popular personaje de la novela de Johanna Spyri, la más famosa escritora suiza, se ha convertido también en una de las señas de identidad del país alpino.

Heidi, la niña 'literaria' más conocida del mundo, cuyas aventuras han sido traducidas a unos 50 idiomas e impresas en otros tantos millones de copias y que ha sido trasladada a películas y a televisión en todo el mundo, sigue estando viva en la aldea de Heididorf, junto al pueblo de Maienfeld, en el cantón suizo de los Grisones.

Foto: La Prensa


En el mismo decorado donde Johanna Spyri situó su novela en 1880, en un idílico paisaje de montañas y prados, se encuentra la 'casa' de Heidi, un clásico destino para excursiones de familias con niños y para los 'fans' de Heidi, aquellos ahora cuarentones que crecieron con sus aventuras televisivas.

Visitantes del todo el mundo, entre ellos muchos turistas japoneses influidos por la famosa versión para televisión de las aventuras de Heidi, acuden a la pequeña localidad situada casi junto a la frontera con Liechtenstein, donde se ha recreado la historia de la pequeña huérfana.

Foto: La Prensa


Tras bajar del tren en la encantadora localidad de Maienfeld, con casitas de madera bellamente decoradas, una caminata de una media hora lleva al visitante hasta el pueblo de Heidi, situado a 660 metros de altitud.

Allí, decenas de cabras -las cabras de Pedro, el amigo que Heidi- se encuentran en las montañas para compartir sus aventuras- reciben a los visitantes a las puertas de la cabaña de madera donde la niña 'pasaba los inviernos' con su abuelo, el viejo ermitaño dulcificado con la presencia de la pequeña.

La casa está perfectamente recreada en su interior, con todos los utensilios, muebles y elementos, la habitación de Heidi con su ropa, su cama de paja, el cuarto del abuelo, la estancia donde fabricaban los quesos, la mesa de madera donde comían, con platos y cubiertos, todo sin faltar ni un detalle.

Foto: La Prensa


Los visitantes -los niños y no tan niños- se sienten transportados en el tiempo, ayudados por las maravillosas vistas que rodean la cabaña.

Pero la excursión no termina aquí. Un ascenso por la montaña de algo más de dos horas nos llevará hasta la otra cabaña, “la que Heidi y el abuelo utilizaban en verano” y que se encuentra en medio de una espectacular pradera en plenos Alpes.

Foto: La Prensa



HEIDI Y PEDRO

'La fuente donde Pedro daba de beber a sus cabras', también se puede ver, así como un un banco de madera 'donde Heidi y el abuelo paraban a descansar cuando bajaban al pueblo a vender sus quesos'.

En otro punto del escarpado pero bello camino, se halla 'el lugar donde la silla de ruedas de Clara se rompió y la niña anduvo por primera vez', y más allá unas esculturas en madera nos recuerdan al perro 'Niebla', inseparable compañero de Heidi, y a las cabras 'Blanquita' y 'Copo de Nieve'.

Foto: La Prensa


El sendero no lleva solamente a la casa de Heidi, también atraviesa un bosque, y por un desvío nos conduce hasta la casa de Pedro de El Cabrero, en Ochsenberg mil 111 metros de altitud).

LA OBRA
La elección de esta región por Johanna Spyri para ambientar su obra no fue por azar. Allí pasaba sus vacaciones a partir de 1845, pero no fue hasta 1880, durante su periodo de mayor actividad literaria, cuando la escritora alumbró la que sería su más conocida obra.

Ese año apareció el primer volumen, titulado “Heidis Lehr-und Wanderjahre” (Los años de aprendizaje y viajes de Heidi), en el que la autora ocultó su nombre y que se convirtió en un enorme éxito. Un año después se publicó una segunda parte “Heidi kann brauchen, was es gelernt hat” (Heidi aplica lo que ha aprendido), en esta ocasión ya bajo el nombre de Johanna Spyri. Desde entonces, la historia de Heidi se conoce como una sola, en todas sus versiones escritas.

Foto: La Prensa

EFE