Desde que fue creada, la obra de don Mario Zamora se ha convertido en punto de referencia para los creyentes y los visitantes a Tegucigalpa.
Es posible que “Las gradas del Picacho” hayan sido diseñadas por el mismo ingeniero mexicano que construyó el parque La Concordia en la capital. Un ingeniero que fue traído por el general Carías para embellecer con obras populares a Tegucigalpa.
Sobre las alturas y entre los altos encinos, una ráfaga de adrenalina se dispara como parte de la aventura del canopy.
La vista panorámica de Tegucigalpa desde el mirador principal del Cristo del Picacho. ¡Vale la pena!
Busto de Hypatia en la Plaza de la Filosofía. Fue una de las primeras y más destacadas maestras en la biblioteca de la Antigua Alejandría. 6. Laberintos para los niños ayudan a la diversión sana y familiar.
¡El Sendero JAJAJAJAJAJA! 8. La Gran Armonía del maestro Confucio en medio de la naturaleza.