Redacción
Una filtración procedente de la cadena de proveedores sugiere que Samsung podría estar pensando en cancelar su línea de dispositivos Note de alta gama.
La información apareció publicada en The Bell, un popular sitio de noticias tecnológicas en Corea, que añade que la compañía lleva al menos un año considerando esta jugada estratégica.
El informe señala que detrás de una decisión así se encuentra el deterioro de las utilidades a consecuencia de la saturación que experimenta en este momento el mercado de la telefonía móvil.
Por otro lado los ciclos de renovación de los usuarios se han hecho más largos, por cuanto los usuarios se quedan con sus dispositivos por más tiempo antes de cambiarlo.
El destino de la línea Note dependerá en gran medida en la recepción que tenga en el mercado el Note 9, al cual llega oficialmente en agosto próximo. Del desempeño en ventas de este dispositivo bien puede depender el futuro de la línea.
Fusión de modelos
Una cancelación de la línea Note podría dar paso a una fusión entre esta línea y la serie Galaxy S, la otra línea de gama alta de Samsung. Lo que no está claro es cómo se haría esto. El informe especula que los Galaxy S heredarían el lápiz óptico S-Pen, característico de los Note, o bien que este accesorio solo sería incluido en los modelos “Plus” de la serie S.
Filtran diseño que muestra al Note 9 en toda su gloria.
Los analistas se mercado también señalan que prescindir de la línea Note le impediría a Samsung repartir equitativamente las innovaciones tecnológicas que incorpora en sus modelos de alta gama, pues el tener las dos líneas activas le da la oportunidad de probar las innovaciones y, de hacer falta, mejorarlas para el siguiente lanzamiento.
Por ejemplo, el diseño se pantalla infinita fue probado primero en Galaxy S, mientras que el sistema de doble cámara hizo su debut en el Note. Al contar con dos líneas de alta gama, Samsung puede mantenerse a la vanguardia tecnológica a lo largo del año.
Otro aspecto señalado por los analistas es que si una línea no obtiene el éxito esperado entre los consumidores, estos solo tienen que esperar seis meses para ver si la compañía compensa en el siguiente modelo las deficiencias del anterior. Si los compradores tienen que esperar un año para ver el siguiente modelo, Samsung se arriesga a perder clientes que no quieran esperar tanto.
