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Las ondas cerebrales de una lombriz parasitaria ahora están impulsando un robot Lego. El cerebro es una colección de señales eléctricas. Si podemos aprender a catalogarlos, en teoría, podriamos cargar la mente de alguien en una computadora, y permitirle vivir por siempre como una forma digital de la conciencia, al igual que Johnny Depp en la película Trascendencia.
Pero no es sólo ciencia ficción. Un equipo internacional de investigadores han logrado hacer exactamente eso con el gusano redondo Caenorhabditis elegans.
C. elegans un nematodo estudiado ampliamente por los científicos, se conocen todos sus genes y su sistema nervioso se ha analizado muchas veces.
Ahora, un colectivo llamado proyecto OpenWorm ha mapeado las 302 conexiones de neuronas del gusano y logró simularlos en software, como informa Marissa Fessenden para el Smithsonian.
El objetivo final del proyecto es replicar completamente C. elegans como organismo virtual, pero por ahora, sólo han logrado simular su cerebro, que subieron en un robot Lego.
Este robot Lego tiene todas las piezas equivalentes limitadas del cuerpo que C. elegans tiene, un sensor de sonar que actúa como una nariz y motores que reemplazan sus neuronas motoras a cada lado de su cuerpo.
Sin ninguna instrucción programada en el robot, el cerebro C. elegans controla y mueve el robot Lego.
El robot se comporta de manera similares a C. elegans. La estimulación de la nariz detuvo el movimiento hacia adelante. Tocar los sensores táctiles anterior y posterior hizo que el robot se mueva hacia adelante y hacia atrás en consecuencia. Estimular el sensor de alimentos hizo al robot seguir adelante.
La simulación cerebro todavía no es exacta. Pero el hecho de que este robot puede moverse y detenerse antes de que se tropiece con algo y revertir usando nada más que una red de conexiones que imitan el cerebro de un gusano, es bastante increíble.
Los científicos están trabajando ahora la manera de asignar todas las conexiones en el cerebro humano, llamado el conectoma. Incluso si no estamos listos subir nuestros cerebros en las computadoras, sólo ser capaz de simular un cerebro humano podría ayudar a revolucionar la inteligencia artificial y computación.
