A menudo escuchamos varios términos para referirnos a esa generación que está haciendo tambalear las viejas estructuras sociales de familia, empleo fijo, casa propia o hipoteca. Algunas personas son tajantes al hablar de ellos y estereotiparlos, pero lo que no sabemos es que son una generación que se está tomando la vida de otra manera, y que prefieren trabajar en sus propias experiencias, forjando relaciones personales. Esta generación de la que hablamos son los millennials.
La generación «millennial» son jóvenes que nacieron en una época de muchas transiciones tecnológicas, Por ejemplo de televisión a YouTube, del teléfono fijo a internet, del Betamax a Netflix. Es una generación que aprendió a ser escuchada y es lo que les gusta: interactuar con lo que viven, comentar sus inquietudes y que éstas sean resueltas. Por ello son una generación socialmente comunicativa. A diferencia de las generaciones anteriores que, en el caso de los medios tradicionales la gente solo tenía la opción de escuchar sin ser escuchada, los millennials por su parte son muy buenos en comunicación digital, nacieron para hacer conexiones y para ser oídos.
Por esta razón buscan sus experiencias laborales como una vivencia en la que van a conocer e interactuar con muchas personas, algo a lo que le están apostando precisamente muchas empresas hoy en día.
Para nadie es un misterio que las compañías más grandes del mundo están tomando un viraje de cara al futuro y se están acoplando a un nuevo estilo de vida en el que se valoran, se consideran y se incluyen las contribuciones de esta fascinante generación.
Son empresas que comprenden que los mercados, así como los tiempos y las sociedades, cambian; y lo hacen ofreciendo la posibilidad de ayudar a crecer a sus colaboradores, motivándolos a adquirir una segunda lengua, a tomar el trabajo como un medio de vivencias, y brindándoles un entorno más creativo que laboral. El cambio de mentalidad en las empresas, es un logro de la actitud millennial que ha venido a aportar y a innovar.
Esta generación se debe al internet, y a la mayoría de su contenido en inglés. Esto no fue (ni es) un bloqueo para los millennials, que ven en un segundo idioma un conocimiento básico no un valor agregado. Anteriormente un segundo idioma era típico de intelectuales. Con los millennials esa brecha terminó y cualquier persona es proclive a aprender una y, en muchos casos, más de dos lenguas, y si bien no lo hacen para escribir un libro, lo buscan para mantener una conversación y hacer amigos alrededor del globo.
Entonces, pensando en opciones laborales, en la necesidad de estar conectado y de tener una mentalidad global, los millennials son una generación ávida de experiencias y conocimientos que día a día engrosan más las listas de colaboradores en empresas que, buscando acoplarse al futuro, cada día se están modernizando para hacerle frente a este nuevo mundo: un mundo más participativo, más conectado, más digital; en resumidas cuentas, un mundo más diverso e inclusivo.
