Intibucá, Honduras.
Los pobladores del caserío de Candelaria ubicado en una zona montañosa del occidente de Honduras se horrorizaron al encontrar el cadáver de un niño semienterrado en un matorral, pero la indignación llegó cuando descubrieron al autor de la dantesca escena: su propio tío confesó el crimen.
El domingo por la mañana, el padre de la víctima relató que su hermano Mauro Domínguez Rodríguez le pidió prestado al niño Elkin Said Gutiérrez para ir a cortar unos plátanos, petición a la cual accedió sin la menor sospecha.
Luego de un par de horas Mauro regresó a su casa sin el menor por lo que se preocuparon y salieron a buscarlo, minutos más tarde lo encontraron con el rostro desfigurado por los animales y tenía signos de haber sido estrangulado.
Más tarde Mauro Domínguez reveló que él mismo lo había matado con sus propias manos. De inmediato se alertó a las autoridades quienes lo capturaron.
'Lo maté con la mano, ahorcado, ya que como saben ustedes ya que se me debilita el cerebro del todo, se pone peor que como anduviera alcoholizado', dijo el hombre con el semblante aturdido y tartamudeando cada palabra que mencionaba.
Domínguez aseguró que tiene una enfermedad en el cerebro que no le permite dormir durante días. Al momento del crimen el hombre dijo que llevaba 72 horas sin dormir.
Las autoridades llevaron a Mauro Domínguez hacia el centro penal de Intibucá donde guardará prisión hasta que sea presentado ante los juzgados correspondientes.
