Tegucigalpa, Honduras.
Lamentablemente ella activó la reversa para arrancar, pero el mismo tomó la dirección al abismo, saltó la pequeña acera y derrumbó la valla de ladrillos y cayó a una altura de 17 metros.
'Ella nunca salía largo de la colonia en el carro, lo utilizaba para ir a lugares cercanos', dijo Inestroza.
La tragedia la sorprendió, no podía creer lo que le había pasado a su hija. “Mama, levántese... ¿No la pueden sacar...? Está ahí todavía... Misericordia... Ayúdenme. Jálela papa, jálela, por favor, jálela... Si la puede jalar, papa... mi niña”, repetía la desesperada madre mientras observaba a su hija en el interior del vehículo accidentado.
La joven Cind Mariel cursaba en la actualidad el tercer año de la Carrera de Ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
“Soñaba con estudiar en el extranjero después de salir de la Autónoma”, confesó su madre, mientras era consolada por sus vecinos'.
“Mama, levántese... ¿No la pueden sacar...? Está ahí todavía... Misericordia... Ayúdenme. Jálela papa, jálela, por favor, jálela... Si la puede jalar, papa... mi niña”, repetía la desesperada madre Evelia Inestroza, mientras miraba a su hija en el interior del vehículo accidentado.
El dolor de esta madre es evidente. Nunca imaginó que los sueños de su hija universitaria se truncarían tan rápido.
'Por qué le di ese carro', decía entre el llanto Inestroza, madre de la universitaria Cindy Mariel Argüello Inestroza, quien perdió la vida en un accidente cuando el carro que conducía cayó al vacío.
La forma en que murió la universitaria extrovertida y cariñosa ha conmovido a los hondureños. El hecho ocurrió en la residencial Plaza de Tegucigalpa.
La tragedia
La mañana del jueves, la joven de 20 años decidió tomar la camioneta Mitsubishi Montero que estaba en el estacionamiento con la intención de ir a buscar unos alimentos.
 Así quedó el vehículo que conducía la jovencita.
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Lamentablemente ella activó la reversa para arrancar, pero el mismo tomó la dirección al abismo, saltó la pequeña acera y derrumbó la valla de ladrillos y cayó a una altura de 17 metros.
'Ella nunca salía largo de la colonia en el carro, lo utilizaba para ir a lugares cercanos', dijo Inestroza.
La tragedia la sorprendió, no podía creer lo que le había pasado a su hija. “Mama, levántese... ¿No la pueden sacar...? Está ahí todavía... Misericordia... Ayúdenme. Jálela papa, jálela, por favor, jálela... Si la puede jalar, papa... mi niña”, repetía la desesperada madre mientras observaba a su hija en el interior del vehículo accidentado.
La joven Cind Mariel cursaba en la actualidad el tercer año de la Carrera de Ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
“Soñaba con estudiar en el extranjero después de salir de la Autónoma”, confesó su madre, mientras era consolada por sus vecinos'.
