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Bajo hermetismo retiran el cadáver del empresario Alexander Berríos

  • 23 septiembre 2014 /

Los cuerpos de Clara Francis Melara y el de su hija Alexandra Berríos Melara siguen en la morgue de Tegucigalpa.

Tegucigalpa, Honduras.

En medio de un ambiente de total hermetismo fueron retirados de la morgue de Medicina Forense de Tegucigalpa los restos mortales del empresario Orlando Alexander Berríos Escoto (54). Entretanto, la Policía continúa con las investigaciones orientadas a identificar a los responsables del crimen.

Extraoficialmente se conoció que el cadáver fue trasladado a San Pedro Sula en un carro fúnebre, supuestamente, para ser cremado. Mientras tanto, los restos de su esposa Clara Francis Melara (48) y los de su hija Alexandra Berríos Melara (17) seguían ayer en la morgue judicial capitalina sin ser reclamados por los dolientes.

Los cadáveres de las dos mujeres fueron descubiertos la noche del pasado jueves en su residencia en la colonia Las Cumbres, en el sector de Lomas del Guijarro, donde fueron estranguladas por criminales no identificados.

El cuerpo de Berríos Escoto apareció el domingo en horas del mediodía en un terreno baldío del municipio de Jano, departamento de Olancho, de donde fue trasladado a la morgue de Medicina Forense.

Extraoficialmente se supo que a la víctima le cortaron cuatro dedos de una de las manos y que solo le dejaron el meñique, lo que hace presumir que fue torturado.

Aún las autoridades no manejan una hipótesis clara en torno al triple crimen, por lo que equipos de la Sección de Homicidios de la DNIC y la Fiscalía continúan con las pesquisas.

Ramón Sabillón, director general de la Policía Nacional, afirmó que Berríos estaba siendo investigado por acciones vinculadas al tráfico de drogas, robo de vehículos, entre otros ilícitos.

Retiro de cadáver

El cadáver de Berríos fue retirado por dos mujeres supuestamente familiares de la víctima, quienes en todo momento evitaron acercarse a los periodistas que cubren la fuente policial.

Elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) se apostaron en el portón principal a obstaculizar el trabajo de los camarógrafos y de los reporteros gráficos en el momento cuando los restos mortales eran retirados.