Tegucigalpa. Una colisión vehicular con hombres en estado de ebriedad habría originado el crimen de otro taxista ayer en el barrio El Country de la capital.
Jorge Guillermo Alvarado Palma (33), quien residía en la colonia 21 de Febrero, se convirtió en el séptimo taxista que pierde la vida desde la noche del domingo hasta ayer. El cuerpo inerte del infortunado quedó frente al volante del taxi con registro número 1495. Los responsables del hecho criminal escaparon.
Una familiar de Alvarado Palma reveló que él salió de su casa en la madrugada para trasladar a una pareja que, supuestamente, tenía una cita médica en el Hospital Escuela.
Alrededor de las 5:00 am, cuando circulaba frente a una venta de pollos, unos hombres que se conducían en un vehículo bajo los efectos del alcohol colisionaron con el taxi, por lo que uno se bajó con una pistola en la mano.
Según testigos, una mujer que andaba con ellos le gritaba al pistolero que no fuera a matar al conductor del taxi.
Alvarado Palma le suplicó que arreglaran el problema por las buenas; sin embargo, el borracho no se detuvo y le disparó a quemarropa, provocándole la muerte al instante. El taxista deja cuatro hijos huérfanos.
Víctimas de la violencia
El pasado domingo en Tegucigalpa, criminales mataron a Eleaquín Herrera Hernández y su hijo Jimmy Nahúm Herrera, taxistas. El lunes, dos sicarios acribillaron a balazos al taxista Selvin Leonel Guzmán Osorio. La ola de crímenes contra trabajadores del rubro de taxi se extendió a San Pedro Sula, donde fue ultimado el taxista Felipe Vásquez Velásquez. Mientras tanto, el martes en el barrio Medina, criminales mataron a balazos a los motoristas Randal Roberto Pacheco y Jesús Antonio Merlo.
Los autores materiales de estos siete crímenes andan prófugos porque en ninguno de los casos hubo capturas.
