Policías y militares lograron frustrar la fuga de cuatro reos de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, quienes abrieron boquetes en sus celdas, de las cuales salieron en horas de la medianoche.
La acción ocurrió en el módulo de Segregación Administrativa, más conocido como “cárcel de máxima seguridad”, lo que provocó la movilización de 110 elementos, entre policías y soldados, quienes acordonaron la zona para evitar la fuga.
Tras la detención de los reclusos, las autoridades hicieron una inspección en el interior del reclusorio, adonde descubrieron agujeros en cuatro celdas. En la inspección participaron el comisionado general de policía Santos Simeón Flores, director interino de la Dirección Nacional de Servicios Especiales Preventivos (DNSEP); el subdirector Anael Pérez y el abogado José Ávila, informó una fuente policial que pidió el anonimato debido a la “ley mordaza” impuesta en la Secretaría de Seguridad.
La operación concluyó a altas horas de la madrugada, informó la fuente, al tiempo que reveló que los reos manifestaron que no querían estar en ese módulo y que por esa razón fue que intentaron escapar.
