Poco a poco la normalidad regresa a las vidas de los ocho sobrevivientes que se conducían en la lancha que por cinco días estuvo a la deriva en alta mar.
Siete de ellos ya están en Utila, donde recobran energías y recuerdan las dramáticas horas que vivieron durante las aterradoras e interminables horas que estuvieron expuestos al peligro.
El cansancio aún se refleja en sus rostros, pese a que ayer durmieron profundamente, el recuerdo de lo vivido aún está presente y lo reviven una y otra vez.
“Desde el fondo de mi corazón les agradezco sus oraciones, su preocupación por lo que podía pasarnos, gracias a las autoridades hondureñas y a la Fuerza Militar de los Estados Unidos, todos ellos nos salvaron la vida, fueron los ángeles que Dios puso para que nos sacaran del mar”, dijo Annie Bernard.
Ayer todos departían: León Martín Coello Buckley (18), Amber Marie Burkelt (16), ambos de Estados Unidos; Tasha Brown (20), de Canadá, y los hondureños Gustavo Lorens (25), Gary Zelaya (22), Annie Bernard (28), Alex Bodden y Adán Cerrato (19), entre risas y llantos narraban a sus familias lo vivido.
Fue el agua lluvia que mantuvo con vida a los ocho amigos, “la lluvia nos la mandó Dios por las oraciones de tantas personas”, expresó Bernard, mientras se quebraba su voz.
Los recibe el alcalde
Alton Cooper, alcalde de Utila, durante tres días se mantuvo a la expectativa de lo que podía ocurrir con los jóvenes, fueron noches de desvelo coordinando con los equipos de búsqueda pistas que los llevaran hacia la lancha perdida.
“Estamos sin dormir pero contentos porque los encontraron sanos y salvos. Hoy (ayer), los recibimos en la alcaldía municipal, todo el pueblo estaba unido en la búsqueda y su regreso es una fiesta que hoy celebra todo Utila. Gracias a Estados Unidos ya que su equipo fue clave para el hallazgo.
La armada norteamericana tuvo un gran papel al igual que la naval de Honduras y Copeco”, dijo el edil. El trabajo de los equipos de rescate en una búsqueda intensa que se inició el pasado sábado los llevó a encontrarlos a 60 millas al Noroeste de Roatán, el miércoles a las 8:30 am.
Los ocho alzaron sus manos, sacaron fuerzas para gritar para que los rescataran. Y fue así como el helicóptero en una operación especial los sacó de las aguas y los devolvió a sus hogares. Utila hoy celebra, después de horas de angustia, dolor y mucha oración, su agonía se transforma en alegría, el regreso de los hijos de esta isla a quienes recibieron como héroes es una historia que nunca olvidarán.