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Al presidio supuesto asesino de la jueza Mireya Mendoza

  • 27 julio 2013 /

La Policía arrestó ayer al supuesto homicida Bairon Argenis Martínez Lambur (23), alias “Vaquero”.

Un video captado por una de las cámaras ubicadas en la calle del comercio de El Progreso fue clave para develar la identidad de uno de los implicados en el asesinato de Mireya Mendoza Peña (43), coordinadora del Juzgado de Sentencia en El Progreso, Yoro.

A casi 72 horas del crimen, elementos militares que integran la Operación Libertad, fiscales de la Unidad Especial de Muertes de Impacto Social, analistas de investigación y agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) lograron ayer capturar a Bairon Argenis Martínez Lambur (23), alias Vaquero, a quien señalan como el individuo que disparó contra la jueza.

“Se ha detenido a una persona vinculada con la muerte de la abogada Mireya Mendoza. Se le señala como quien disparó contra ella, dándole muerte. Su vinculación se determina por medio de las diligencias investigativas, donde existen elementos de prueba recabados en el momento del hecho, así como testigos que han colaborado y lo identifican como el que la mató”, dijo Diana Elvir, coordinadora de fiscales del Ministerio Público en San Pedro Sula.

El detenido fue trasladado ayer de El Progreso a San Pedro Sula, donde un juez con jurisdicción nacional, en audiencia de declaración de imputado, le dictó detención judicial por el delito de asesinato en perjuicio de la jueza Mireya Mendoza. Anoche a eso de las 10:30 pm, Martínez Lambur fue enviado al Centro Penal Sampedrano.

La audiencia inicial se realizarán el 1 de agosto.

Las investigaciones

Desde el miércoles, cuando la sociedad hondureña fue impactada con el asesinato de la jueza, se integraron dos equipos de investigación que en corto tiempo establecieron la identidad de uno de los autores materiales del hecho, que según las autoridades les ayudará a ubicar a otros implicados en el hecho.

Han sido horas de trabajo continuo, en que los investigadores no han dejado cabos sueltos. La obtención de los videos fue el primer paso en el proceso. En ellos se muestra el seguimiento que los asesinos le dieron a la jueza y el ataque; sobre todo revela la identidad de quien dispara en reiteradas ocasiones contra la togada.

Para fundamentar la identidad de uno de los agresores, las autoridades también convalidaron la información con las declaraciones de testigos que, aseguran, fueron fundamentales en el caso.

Ante el avance en las investigaciones, el juez nacional ordenó ayer dos allanamientos en la colonia Roberto Suazo Córdova, de El Progreso, Yoro.

Los allanamientos

A las 6:00 am de ayer, el desplazamiento de efectivos militares, fiscales e investigadores sorprendió a los pobladores de la Suazo Córdova. Los militares rodearon dos viviendas. En una de ellas encontraron a Martínez Lambur, que de inmediato fue interrogado por las autoridades. Inicialmente, la operación dejaba a seis personas investigadas, pero conforme las horas transcurrían se descartaba su vinculación en el asesinato de la jueza.

A las 11:30 am, la caravana de militares y policías salía de El Progreso a San Pedro Sula, adonde se trasladó al detenido, que por la tarde fue remitido al Centro Integrado, en espera de la audiencia de declaración de imputado.

En la operación, las autoridades decomisaron una motocicleta negra con placas MPN 3333, celulares y varias partes de motocicletas, evidencias físicas que las autoridades analizan. “Apoyamos la labor de la Fiscalía para la ejecución de los allanamientos, donde 80 efectivos de la Fuerza de Tarea Militar en San Pedro Sula integraron los equipos para los allanamientos en El Progreso.

Fue una operación exitosa en la que se capturó a uno de los que las autoridades vinculan con el caso y se decomisó una motocicleta que los investigadores determinarán si fue utilizada en el hecho”, señaló Héctor Orlando Ponce Fonseca, comandante de la 105 Brigada de Infantería en San Pedro Sula.

Hipótesis

Las piezas del rompecabezas se van armando y la Unidad Especial de Muertes de Impacto Social del Ministerio Público continúa las investigaciones y maneja varias hipótesis sobre la muerte de Mendoza.

“Manejamos varias hipótesis, pero no podemos hablar sobre ninguna concreta mientras los equipos no logren unir las piezas en el caso. Las investigaciones continúan. Tenemos al autor material, pero siguen las pesquisas para identificar a la persona que iba conduciendo la moto desde la que se mató a la jueza y al autor intelectual que existe en el caso”, dijo la coordinadora de fiscales.

Los analistas de investigación ayer mismo cruzaban información para determinar si en las próximas horas podrían efectuarse nuevos allanamientos en búsqueda de otros implicados en el caso.

El objetivo, dijeron, es capturar en el menor tiempo posible a todos los responsables y que el caso no quede impune, así como determinar por qué mataron a la jueza.

Antecedentes

El miércoles al mediodía, Mireya Mendoza, jueza de sentencia, se conducía en su camioneta por el centro de El Progreso, Yoro, en la 7 avenida este, calle que conecta al hospital público con el Obelisco, en el bulevar Helene Kuhlmann, salida a Tela, cuando fue ultimada a balazos.

Dos hombres en una motocicleta le dispararon hasta quitarle la vida. La togada tenía más de ocho años de desempeñarse en el cargo en los Tribunales de Justicia de El Progreso.

Según testigos, la profesional del derecho salió del centro comercial Honduplaza y abordó su vehículo, una camioneta Hyundai Tucson gris sin placas.

Pocos minutos habían trascurrido cuando fue alcanzada por los sujetos que se transportaban en una motocicleta roja. Uno de ellos disparó en varias ocasiones contra la ventanilla del conductor.

Ya herida, la dama mantuvo el control de volante, pasó bajo el semáforo de la primera calle y el de la 2 calle norte hasta chocar con un poste del tendido eléctrico frente al hotel Las Vegas.

Testigos dijeron que los hombres vestían camisas verdes, usaban casco y huyeron por la calle que lleva al instituto Perla del Ulúa.

Varias personas que se aproximaron al carro para ayudarla no pudieron hacerlo, pues encontraron que las puertas tenían seguro.

De inmediato llamaron al Cuerpo de Bomberos, que en pocos minutos llegó para tratar de auxiliar a la víctima, pero esta ya había expirado por las múltiples heridas, la mayoría en la cabeza. El cuerpo de la jueza quedó sobre su asiento. El vidrio de su lado tenía cerca de 20 perforaciones de proyectil, varios de los cuales traspasaron el otro lado de la unidad. Al sitio llegaron agentes de la DNIC, quienes en la escena del crimen encontraron más de 20 casquillos de pistolas calibre nueve milímetros.

Temor

La muerte de la jueza mantiene atemorizados a los jueces no solo de El Progreso, sino de todo el país, quienes aseguran que si no se toman las medidas para que impartan justicia, muchos podrían retirarse de sus cargos porque no hay garantías de seguridad.

“Hay cero seguridad para los jueces y empleados del Poder Judicial. Aunque no debemos tener ningún privilegio porque somos iguales que el resto del pueblo, nos sentimos más vulnerables e inseguros.

No nos cabe la menor duda de que estas muertes tienen que ver con el ejercicio de nuestra profesión. Ojalá se capture a los responsables”, dijo Mélida Estrada, vicepresidenta de la Asociación de Jueces y Magistrados de Honduras.