San Pedro Sula, Honduras.
Un pleito entre bandas rivales puede ser la causa del crimen en contra de cuatro hombres en un autolote ocurrido ayer en esta ciudad.
Las víctimas se encontraban jugando cartas en una mesa debajo de una galera cuando fueron sorprendidas por al menos cuatro hombres encapuchados y con chalecos antibalas, quienes les dijeron que se tiraran al suelo y posteriormente les dispararon en la cabeza.
Los delincuentes se conducían en un vehículo azul doble cabina Nissan Frontier, según informaciones policiales. El cuádruple crimen ocurrió entre las 4:00 y 4:30 pm en la 8 calle, primera avenida del barrio Las Acacias.
Las víctimas respondían a los nombres de Guillermo Fernando Santos Moreno, conocido como Memuza (de 51 años), dueño del autolote del Norte, y Rigoberto Pérez (70), quien era un jubilado residente en Canadá, según dijo la Policía.
Los otros victimados son Marvin Ramón Martínez Ochoa (40) y Grosvin Eduardo Moreno Medina, quien, según información policial, se dedicaba a la venta de medicamentos.
Vecinos que se acercaron a la escena del crimen lamentaron la matanza y comentaron que no oyeron las detonaciones de las pistolas.
Algunos curiosos decían que los supuestos criminales habrían utilizado armas con silenciadores. En la escena quedaron esparcidos varios casquillos que fueron recolectados como evidencia por los agentes de Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI). Uno de los muertos quedó tirado cerca del portón de acceso al negocio, los otros tres cadáveres estaban en la galera.
Dolor
Minutos después de la matanza llegaron al autolote los familiares de las víctimas, quienes manifestaron su impotencia y dolor al ver a sus parientes acribillados.
Una familiar de Guillermo Santos Moreno comentó que el negocio ya lo había cerrado porque no estaba generando ganancias, pero que todos los días lo frecuentaba, ya que ahí se reunía con amigos.
La joven agregó que su familiar le ayudaba a sus amigos que llegaban al negocio a vender sus automóviles.
La esposa de Marvin Martínez Ochoa dijo a los agentes de la DPI que su cónyuge antes de ser ultimado recogió a su hija en la escuela y la pasó dejando en la casa y, luego, se dirigió al autolote. Martínez Ochoa residía en la colonia Villa Florencia y se conducía en un Hyundai Elantra azul con número de placas PDX-4729, el cual quedó en la entrada del local. Después que ocurrió la masacre, la Policía Nacional montó varios operativos a fin de dar con los responsables.
“Estamos recabando toda la información para dar con el paradero de los hechores. Ya tenemos varios indicios para dar con los que cometieron el crimen, expresó el comisario Miguel Baltodano. Daniel Merino, vocero de la Policía, informó que la causa podría ser el pleito entre bandas.
Un pleito entre bandas rivales puede ser la causa del crimen en contra de cuatro hombres en un autolote ocurrido ayer en esta ciudad.
Las víctimas se encontraban jugando cartas en una mesa debajo de una galera cuando fueron sorprendidas por al menos cuatro hombres encapuchados y con chalecos antibalas, quienes les dijeron que se tiraran al suelo y posteriormente les dispararon en la cabeza.
Los delincuentes se conducían en un vehículo azul doble cabina Nissan Frontier, según informaciones policiales. El cuádruple crimen ocurrió entre las 4:00 y 4:30 pm en la 8 calle, primera avenida del barrio Las Acacias.
Las víctimas respondían a los nombres de Guillermo Fernando Santos Moreno, conocido como Memuza (de 51 años), dueño del autolote del Norte, y Rigoberto Pérez (70), quien era un jubilado residente en Canadá, según dijo la Policía.
| Familiares de los victimados llegaron a la escena del crimen; al conocer la noticia lloraron impotentes, pero se mostraron herméticos.
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Vecinos que se acercaron a la escena del crimen lamentaron la matanza y comentaron que no oyeron las detonaciones de las pistolas.
Algunos curiosos decían que los supuestos criminales habrían utilizado armas con silenciadores. En la escena quedaron esparcidos varios casquillos que fueron recolectados como evidencia por los agentes de Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI). Uno de los muertos quedó tirado cerca del portón de acceso al negocio, los otros tres cadáveres estaban en la galera.
| Dentro del negocio todo era calma y los ahora victimados departían y veían televisión cuando fueron sorprendidos por sus atacantes, quienes tras ingresar al autolote los tiraron al suelo y les dispararon en la cabeza.
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Minutos después de la matanza llegaron al autolote los familiares de las víctimas, quienes manifestaron su impotencia y dolor al ver a sus parientes acribillados.
Una familiar de Guillermo Santos Moreno comentó que el negocio ya lo había cerrado porque no estaba generando ganancias, pero que todos los días lo frecuentaba, ya que ahí se reunía con amigos.
La joven agregó que su familiar le ayudaba a sus amigos que llegaban al negocio a vender sus automóviles.
La esposa de Marvin Martínez Ochoa dijo a los agentes de la DPI que su cónyuge antes de ser ultimado recogió a su hija en la escuela y la pasó dejando en la casa y, luego, se dirigió al autolote. Martínez Ochoa residía en la colonia Villa Florencia y se conducía en un Hyundai Elantra azul con número de placas PDX-4729, el cual quedó en la entrada del local. Después que ocurrió la masacre, la Policía Nacional montó varios operativos a fin de dar con los responsables.
“Estamos recabando toda la información para dar con el paradero de los hechores. Ya tenemos varios indicios para dar con los que cometieron el crimen, expresó el comisario Miguel Baltodano. Daniel Merino, vocero de la Policía, informó que la causa podría ser el pleito entre bandas.
