San Pedro Sula, Honduras.
Las indagaciones de la Policía apuntan a que miembros de la mara 18 m ataron de manera abominable al motorista y al ayudante de un rapidito que aparecieron decapitados el martes en una de las calles de la colonia Cerrito Lindo, del sector Rivera Hernández.
El cuerpo del ayudante Keny Tróchez (de 19 años) todavía estaba en la morgue de la Dirección Regional de Medicina Forense ayer, adonde llegaron los familiares a reclamarlo. Al conductor del rapidito Augusto Nery Díaz (de 19) lo estaban velando en la colonia Cerro Verde, del sector López Arellano, en Choloma, lugar en el que residía con su familia.
Los cadáveres de los dos jóvenes los hallaron envueltos en unas cobijas y las cabezas, dentro de unas bolsas de plástico verde, a unos tres metros de los cuerpos.
Las autoridades informaron que a Keny Tróchez le sacaron el corazón. Cuatro horas antes de que hallaran los cadáveres, la Policía encontró abandonado el rapidito que conducía Díaz, que cubre la ruta de San Pedro Sula a la colonia López Arellano, en Choloma.
El bus estaba en la calle principal de la
colonia Cerrito Lindo, conocida como una de las fronteras de la muerte que divide en ese sector el territorio dominado por la pandilla 18 y la MS. Las reglas de las maras son que las personas que viven en el sector del bando contrario no pueden pasar a su territorio y si lo hacen pagan con su vida. Tampoco pueden pasar por el territorio dominado por la mara 18 personas que viven en otros lugares y que son afines a la MS.
Asimismo, las autoridades policiales informaron que la presunción que manejan es que al conductor y al ayudante del rapidito los mataron miembros de la pandilla 18, puesto que ellos pensaban que ambos eran simpatizantes de la mara MS. Esa hipótesis policial se fundamenta en que el corredor por el cual circulan los rapiditos en la López Arellano es dominado por la MS y, según los pandilleros de la 18, Díaz y Tróchez eran integrantes de esa organización criminal.
Se informó que hay un equipo de agentes de la Dirección Policial de Investigaciones trabajando en el dantesco crimen de los dos jóvenes. Los familiares de Keny Tróchez dijeron que él no era miembro ni simpatizante de maras, y lo describieron como un joven que se dedicaba a su trabajo.
Agregaron que Augusto Nery Díaz también era dedicado a su trabajo,
De igual forma, contaron que Augusto Díaz, en horas de la noche y madrugada, transportaba abonados del personal del Instituto Hondureño de Seguridad Social y de una pizzería a barrios del sector Rivera Hernández colindantes con la colonia Cerrito Lindo.
Las indagaciones de la Policía apuntan a que miembros de la mara 18 m ataron de manera abominable al motorista y al ayudante de un rapidito que aparecieron decapitados el martes en una de las calles de la colonia Cerrito Lindo, del sector Rivera Hernández.
El cuerpo del ayudante Keny Tróchez (de 19 años) todavía estaba en la morgue de la Dirección Regional de Medicina Forense ayer, adonde llegaron los familiares a reclamarlo. Al conductor del rapidito Augusto Nery Díaz (de 19) lo estaban velando en la colonia Cerro Verde, del sector López Arellano, en Choloma, lugar en el que residía con su familia.
Los cadáveres de los dos jóvenes los hallaron envueltos en unas cobijas y las cabezas, dentro de unas bolsas de plástico verde, a unos tres metros de los cuerpos.
Las autoridades informaron que a Keny Tróchez le sacaron el corazón. Cuatro horas antes de que hallaran los cadáveres, la Policía encontró abandonado el rapidito que conducía Díaz, que cubre la ruta de San Pedro Sula a la colonia López Arellano, en Choloma.
 Los familiares del joven Keny Tróchez llegaron ayer a reclamar el cadáver a la morgue de Medicina Forense.
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Asimismo, las autoridades policiales informaron que la presunción que manejan es que al conductor y al ayudante del rapidito los mataron miembros de la pandilla 18, puesto que ellos pensaban que ambos eran simpatizantes de la mara MS. Esa hipótesis policial se fundamenta en que el corredor por el cual circulan los rapiditos en la López Arellano es dominado por la MS y, según los pandilleros de la 18, Díaz y Tróchez eran integrantes de esa organización criminal.
Se informó que hay un equipo de agentes de la Dirección Policial de Investigaciones trabajando en el dantesco crimen de los dos jóvenes. Los familiares de Keny Tróchez dijeron que él no era miembro ni simpatizante de maras, y lo describieron como un joven que se dedicaba a su trabajo.
Agregaron que Augusto Nery Díaz también era dedicado a su trabajo,
De igual forma, contaron que Augusto Díaz, en horas de la noche y madrugada, transportaba abonados del personal del Instituto Hondureño de Seguridad Social y de una pizzería a barrios del sector Rivera Hernández colindantes con la colonia Cerrito Lindo.
