Tegucigalpa, Honduras.
Cubriendo el puesto de un compañero estaba José Francisco García (46), el motorista del bus 830 de la ruta El Carrizal-Unah-La Sosa, que fue incendiado por delincuentes el miércoles.
García, a pesar de haberse retirado hace varios años de trabajar como conductor de autobuses, retomó el volante del bus ejecutivo donde le tocó vivir el peor momento de su vida.
Mareros tomaron por asalto el autobús, lo rociaban de combustible y le prendieron fuego dejándolo a él en su interior.
Hoy, García lucha y se aferra a la vida debido a las graves quemaduras que sufrió.
Luis González es médico cirujano del Hospital Escuela Universitario y declaró que el mismo día del ataque el hombre fue sometido a una cirugía de emergencia, ya que en el la tercera parte de su cuerpo sufrió quemaduras de segundo y tercer grado.
El doctor explicó que se debe esperar unos días para conocer la gravedad de las quemaduras internas provocadas por la inhalación de flamas y humo. En este caso dijo que es imposible “calcular el porcentaje de quemaduras internas”.
González explicó que García presentó un cuadro de gravedad en el cual estuvo a punto de que se le amputaran ambos brazos, pero debido a la rápida intervención se le pudieron salvar.
Cubriendo el puesto de un compañero estaba José Francisco García (46), el motorista del bus 830 de la ruta El Carrizal-Unah-La Sosa, que fue incendiado por delincuentes el miércoles.
García, a pesar de haberse retirado hace varios años de trabajar como conductor de autobuses, retomó el volante del bus ejecutivo donde le tocó vivir el peor momento de su vida.
Mareros tomaron por asalto el autobús, lo rociaban de combustible y le prendieron fuego dejándolo a él en su interior.
Hoy, García lucha y se aferra a la vida debido a las graves quemaduras que sufrió.
Luis González es médico cirujano del Hospital Escuela Universitario y declaró que el mismo día del ataque el hombre fue sometido a una cirugía de emergencia, ya que en el la tercera parte de su cuerpo sufrió quemaduras de segundo y tercer grado.
El doctor explicó que se debe esperar unos días para conocer la gravedad de las quemaduras internas provocadas por la inhalación de flamas y humo. En este caso dijo que es imposible “calcular el porcentaje de quemaduras internas”.
González explicó que García presentó un cuadro de gravedad en el cual estuvo a punto de que se le amputaran ambos brazos, pero debido a la rápida intervención se le pudieron salvar.
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“Sin embargo, está quemado por toda su cabeza, el cuero cabelludo y está con una traqueotomía, un tubo que se le coloca en la garganta, a nivel de la laringe para poder respirar y poder llevar aire a los pulmones.
Podemos decir que está estable ahorita, pero lo que no podemos es cuantificar la función pulmonar porque es algo que se da de manera súbita”, detalló el médico.
Un pariente de García dijo que él hace años se retiró de trabajar como motorista del transporte público, por lo que ahora se dedicaba a la pintura y otros oficios, pero al recibir el llamado de su amigo decidió hacerle el favor de cubrirle el día.
El pariente descartó que el ataque haya sido por razones personales, ya que “no tiene problemas con nadie, él se dedica a su trabajo y a su familia”.
“Le pido al Gobierno que nos ayude con esta situación, él está muy mal, está grave”, afirmó.
