Tegucigalpa. Un guardia que estaba asignado a la seguridad del periodista Renato Álvarez fue ultimado por asaltantes dentro de un bus rapidito en el que se transportaba.
Tres disparos, dos en la cabeza y uno en el brazo izquierdo, terminaron con la vida de Armando Lorenzo Salgado Colindres (47).
El hecho sucedió a eso de las 6:00 am de ayer en el bulevar Fuerzas Armadas, a inmediaciones de la residencial Centroamérica de Comayagüela, en el momento en que varios delincuentes intentaron asaltar a los pasajeros que se transportaban en un bus rapidito con número de registro 945, placas AAL-9491, que cubre la ruta Cerro Grande-Unah-Sosa.
Versiones de personas que presenciaron el hecho indican que los delincuentes ingresaron a bus y les advirtieron a los pasajeros que se trataba de un asalto, por lo que Salgado Colindres, para evitar el atraco, se levantó del último asiento y sacó su arma calibre nueve milímetros, con tan mala suerte que no la pudo disparar porque se le enconchó uno de los proyectiles.
Fue en ese momento cuando un asaltante que andaba armado disparó en reiteradas ocasiones en contra de salgado, a quien le infirió tres balazos.
También resultó con heridas Andrés Wolf Banegas (33) que viajaba como pasajero en el mismo bus, por lo que fue trasladado a un centro asistencial, adonde se informó que estaba en proceso de recuperación.
Armando Lorenzo Salgado quedó en el interior de la unidad de transporte con heridas de gravedad, por lo que el conductor determinó trasladarlo a la estación del Cuerpo de Bomberos de la colonia El Carrizal de Comayagüela, pero falleció minutos antes de que los paramédicos le brindaran los primeros auxilios.
Reacción de Álvarez
La víctima era miembro del cuerpo de seguridad del periodista Renato Álvarez, director del programa de debates “Frente a frente” de la Corporación Televicentro.
Muy consternado por lo sucedido, Álvarez llegó a la morgue capitalina con los familiares de la víctima a reclamar el cadáver del fallecido que era originario de la Villa de San Francisco y residente en la residencial Centroamérica.
“Me asignaron a Armando Salgado como parte de mi seguridad el día del velorio del periodista Alfredo Villatoro y no tenía ni los dos años. Era una persona formada en el Ejército, un padre de dos hijos, con su esposa, un ciudadano que se ganaba la vida con decencia, de quien el jueves a las cinco de la tarde me despedí l y luego me avisaron que había muerto”, comentó álvarez.
Las autoridades llegaron al lugar de la escena minutos después del hecho para las investigaciones correspondientes y dar con los autores del hecho.
