Tegucigalpa, Honduras
“Mi hijo no, mi hijo no”, gritaba llena de angustia la madre de un joven asesinado ayer en la capital.
Erick Amador Bonilla (de 21 años) fue ultimado a disparos a las 11:15 am cuando el bus en el que trabajaba como cobrador se detuvo en una estación.
El crimen ocurrió en el bulevar del norte, frente al centro comercial Mama Nila.
Testigos relataron que dos sujetos se le acercaron al occiso y casi de inmediato le dispararon en al menos ocho ocasiones.
“¡Erick, Erick, Erick”!, gritaba su tía Sonia Amador.
El joven, quien se había graduado de bachiller en Ciencias y Letras en el instituto Gabriela Núñez de la colonia Las Pavas, trabajaba en el sector transporte porque nunca encontró empleo en otra área, comentaron sus parientes.
El infortunado era el cobrador de la unidad con registro 91 de la ruta Carrizal-El Prado, de los buses conocidos como amarillos.
