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Laura Knight seguirá presa por 'peligro inminente de fuga”

  • 27 octubre 2016 /

La acusada de parricidio huyó en una ocasión de las autoridades cuando fue capturada en Argentina.

San Pedro Sula, Honduras.

Auto de formal procesamiento con prisión preventiva decretó el juzgado de lo penal en contra de Laura Knight Rodríguez, acusada por la muerte de su esposo y un amigo.

Además, el juez que conoció la causa negó la medida de arresto domiciliario que la defensa pedía basados en el artículo 183 del Código Procesal Penal, pues la imputada tiene seis semanas de embarazo.

El código establece que las mujeres embarazadas deben estar con arresto domiciliario, pero el artículo 184 señala que en delitos como parricidio no deben imponerse medidas sustitutivas a la prisión.

Los defensores alegaron sobre los derechos que tiene el niño y los tratados de derechos humanos que prevalecen, pero el juez afirmó que hay peligro inminente de fuga, pues la imputada estando en Argentina huyó en una ocasión de las autoridades.

En su resolución, el juez determinó que hay suficientes indicios de que Laura Knight Rodríguez tuvo participación en los crímenes de su esposo, Saíd Alfredo Castrillo Valenzuela, y su amigo Fernando Sanabria, quienes aparecieron muertos la mañana del 23 de marzo de 2013 en el baúl de una camioneta.

En la audiencia inicial, la trabajadora doméstica de Laura Knight, Mayra Lisseth Ramos, relató lo ocurrido la noche del 22 de marzo, previa a los asesinatos.

Esa noche jugaba la Selección de Honduras, por lo que tenían previsto ver el partido junto con amigos.

Pero la trabajadora afirma que vio en la casa al joven Nadab Eli Mejía Coca, quien tenía una relación sentimental con Laura.

En ese momento, el esposo de Laura regresó a la casa y Nadab Eli tuvo que salir por el área de lavandería.

Saíd Alfredo Castrillo llegó en un taxi junto con su amigo Fernando Sanabria y le dijo a Laura que él se quedaría en la casa.

La trabajadora afirmó que antes de acostarse, Laura le indicó que dejara un portón pequeño sin llave, lo que le pareció raro, pero siguió las instrucciones.

La doméstica se fue a dormir y pasada la medianoche escuchó ruidos como que arrastraban algo por las gradas y después un carro salir.

Además de ese testimonio, presentaron las inspecciones hechas en la escena, en la casa de los esposos donde ocurrieron los crímenes, el decomiso de un portacuchillo que hicieron y otras diligencias que la parte acusadora afirma incriminan a la acusada.

Los cuerpos de Saíd y Fernando fueron envueltos en edredones y, luego, metidos al baúl de una camioneta, la cual fue encontrada en las cercanías de la casa donde los asesinaron, en la colonia San José del Pedregal.

En el vehículo encontraron el cuchillo con el que fueron atacados, así como un encendedor, pues intentaron quemarlos.