29/05/2024
06:16 AM

'Hemos perdido a un gran ser humano y un hombre de Dios”

Hoy será sepultado Marco Antonio Molina Pacheco, ingeniero del Fondo Cafetero asesinado la noche del lunes.

San Pedro Sula, Honduras

Los buenos recuerdos invadían ayer los corazones de los familiares y allegados a Marco Antonio Molina Pacheco (26), el ingeniero civil que fue ultimado el lunes por la noche en el parqueo de una gasolinera en bulevar del sur de esta ciudad.

El joven que laboraba en el Fondo Cafetero es descrito como una persona dedicada a su familia y a la iglesia. Fue un estudiante de excelencia académica y laboró como maestro de secundaria. “Su amor por Dios contagiaba a las personas, él era un ejemplo para los jóvenes dentro de la iglesia, era bondadoso, el sufría con el dolor de la gente, se alegraba con el triunfo de los demás, era una persona muy humilde y entregada”, relataba su novia con la que había planeado comprar un terreno y conformar una familia juntos.

“Muchas veces, Marco andaba en el carro y miraba niños en la calle que no tenían ropa y él no lo pensaba dos veces para quitarse sus camisas y dárselas; también les llevaba comida. él sufría al ver el dolor de la gente”, expresaba la acongojada joven en el velatorio de su amado.

Familiares del occiso y compañeros de trabajo, entre lágrimas aseguraban que Molina Pacheco era un trabajador incansable y entusiasta. “Hemos perdido a un gran ser humano y un hombre de Dios”, manifestaban entre el dolor y la incertidumbre al no poder encontrar una explicación ante su crimen.

Rolbin Rivera, amigo del infortunado ingeniero, dijo que no se explica cómo ocurrio la tragedia, pues la víctima era un hombre que transmitía energía positiva y siempre alegraba a sus compañeros. Rivera recuerda que media hora antes del crimen él estuvo con Molina Pacheco y sus comportamiento le pareció habitual, lo único que notó extraño fue que había recibido varias llamadas a su celular y salía fuera del trabajo a contestarlas; pero no esta seguro si ese hecho tenga relación con el crimen.

“Él no merecía esto, no era ningún criminal, era un muchacho sano, no bebía no fumaba, la iglesia, su trabajo y su familia eran sus pasiones”, agregó.

Era una promesa de Dios

ó scar Pacheco, hermano menor del hoy occiso, dijo que antes de que su madre diera a la luz a su hermano “Dios le hizo una revelación de que Marco sería un músico a su servicio”.

Asegura que Dios cumplió su plan a la perfección, pues el joven ejecutaba cualquier instrumento musical con mucha facilidad y ese talento lo utilizó para ser líder en el grupo de alabanza de la Iglesia de Dios y Ministerios Vida Nueva.

Autoridades de la Policía Nacional continúan las investigaciones para identificar a los responsables del asesinato y aclarar en móvil del crimen.