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Arma con la que mataron a Collier aún no aparece

  • 09 noviembre 2017 /

El resultado del Ibis determinará si con esa arma se cometió algún hecho delictivo. Los vaciados telefónicos también son claves

Tegucigalpa, Honduras

A casi un mes de la muerte de Carlos Emilio Collier (de 20 años), el arma que esa noche cegó la vida del universitario aún no aparece.

En el transcurso de las investigaciones, la primera versión que se tuvo de esa pistola calibre 3.80 es que tras el fallecimiento de Collier, Carlos Alfredo Alvarenga Susano la escondió y enterró, relataron los jóvenes en sus primeras declaraciones.

Pero conforme avanzó el proceso, esa arma no fue ubicada y el misterio ronda para determinar quién la oculta o dónde la esconden. “El arma es la prueba más importante que se puede aportar junto con las muestras del ADN y las huellas dactilares. Hallar la pistola es importante porque en la mayoría de los casos nos conecta con el criminal, después de proceso de análisis físico-químicos efectivos”, explicó un investigador.

Pero para concretar esa reconstrucción en la muerte de Carlos Collier falta el arma, un elemento primordial en las evidencias que pueden aportar en el caso y que ayudarán a resolverlo.

No obstante, otro elemento que también aporta son los estudios que Medicina Forense ha hecho a los casquillos que se encontraron en el vehículo, los que han pasado bajo el Sistema de Identificación Balística (Ibis), que extrae la firma única y determina el calibre, números de rayas y dirección de giro, para relacionar o rastrear los crímenes que han sido cometidos con esa arma de fuego.

Foto: La Prensa

Alga Marina López, Carlos Alvarenga, Elías Taufic Chaín y José Zamora.
Vaciados telefónicos

Una de las pruebas que el Ministerio Público solicitó para ir armando las piezas en el caso de Collier son los vaciados telefónicos. Las solicitudes se presentaron a las empresas de telefonía y los cruces de información que se reflejen en la información que se proporcione son determinantes.

“Los vaciados telefónicos nos mostrarán tanto las llamadas salientes como las entrantes que recibió tanto la víctima como los cinco jóvenes que le acompañaban al momento de su muerte. Esas son pistas claves que confirmarán o desvirtuarán las hipótesis que hemos ido enlazando desde el día que iniciamos el proceso de investigación”, manifestó el agente.

Proceso

Hoy se espera que se envíe a la Corte de Apelaciones los recursos de apelación que ha presentado tanto el Ministerio Público, abogada acusadora, como defensores en el caso. Al recibir el expediente, la Corte de Apelaciones analizará el planteamiento de las partes, como los agravios y después desarrollará una audiencia de notificación para que las partes comparezcan y conozcan si la Corte declara a lugar o no sus recursos.

“Estamos esperando que suba el expediente a la Corte de Apelaciones. Estamos apelando para que no se revoque la medida impuesta a José Zamora, porque él no ha cumplido con los requisitos para ser oído en libertad. Estuvo 20 días prófugo y ha tenido probada renuencia a colaborar con las investigaciones y el proceso”, explicó Vilma Zúniga, abogada acusadora.

Mientras, los cuatro defensores de los implicados: James Oconnor, Elías Taufic Chaín, Olga Marina López, Carlos Alfredo Alvarenga “Susano” y José Carlos Zamora, presentan diferentes recursos para no permitir un cambio de medida para que sigan su defensa en libertad. A su vez piden que se revelen las pruebas que se han practicado en el caso. “Hemos insistido que para avanzar en el proceso se deben revelar las pruebas que se han practicado. Como partes del proceso todos debemos conocer cómo evoluciona el caso. Esperamos la otra semana se pronuncie la Corte de Apelaciones”, dijo César Bernhard, abogado de Zamora.