Tegucigalpa, Honduras
Una oportuna llamada a la línea de emergencias 911 denunciando el rapto de siete menores de edad evitó que sus vidas corrieran peligro, la tarde de ayer en esta ciudad.
La acción criminal se dio por parte de un supuesto integrante de la mara Salvatrucha (MS-13) que interceptó a los adolescentes en un punto del centro de la ciudad, minutos después de que salieran de su centro educativo.
El supuesto antisocial fue identificado por las autoridades como Yurgen Omar Borjas Álvarez (de 20 años), originario de Pespire, Choluteca, y residente en Nacaome, Valle.
Mario Rivera, portavoz de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), manifestó que “según la denuncia eran cuatro varones y tres mujeres los estudiantes que estaban siendo llevados bajo amenazas por este sujeto”.
Los siete jóvenes son estudiantes del Instituto Mixto El Bosque.
En el testimonio que dieron los raptados al momento de que las autoridades los interrogaron, relataron que el hombre los llevaba amenazados y les decía que si intentaban huir, habían otros compinches de él que los seguían y que los iban a capturar.
Atemorizados
El teniente Rivera detalló que tras la captura del individuo no se le encontró arma alguna con la que podría haber atemorizado a los mozalbetes, pero les infundió el temor que sus cómplices actuarían si se llegaran a revelar. Al recibir la alerta, varios soldados asignados al 21 batallón de la PMOP se movilizaron al lugar donde les habían indicado en la denuncia y en las cercanías del barrio Los Dolores lograron la aprehensión.
Los siete estudiantes, aún temerosos, salieron de las instalaciones militares en el barrio Los Dolores, directo hacia sus viviendas.
Mientras tanto, el sospechoso Yurgen Borjas fue remitido a la Fiscalía correspondiente en donde podría enfrentar cargos judiciales por el delito de privación injusta de la libertad en perjuicio de los estudiantes.
La población estudiantil, tanto de colegios públicos como privados, se ha visto amenazada principalmente por miembros de maras o pandillas que han visto en este grupo de la población prospectos para llevarlos a sus estructuras criminales.
Las autoridades policiales manejan de forma preliminar que los jóvenes habían sido privados de su libertad para posteriormente matarlos, como ha sucedido con otros estudiantes que han desaparecido y luego sus cuerpos aparecen en interior de sacos o bolsas para basura.
Las acciones ejecutadas no hubiesen sido posibles si no es por la ayuda de la población al alertar sobre el caso al 911.
