Choluteca, Honduras
Un martes sangriento vivió la sureña ciudad de Choluteca al registrarse dos hechos violentos que dejaron como saldo dos personas muertas y cuatro heridas.
Aproximadamente a las 4:00 pm, en la terminal de transporte, ubicada en el barrio El Aterrizaje, de Choluteca, con pistolas se enfrentaron John Armando Ordóñez y César Roberto Osorto.
Reportes policiales establecen que Ordóñez llegó en una motocicleta hasta un negocio de frutas, propiedad del comerciante Héctor Armando Montoya, alias Venado. Ordóñez sin mediar palabras comenzó a disparar contra Motoya, sin percatarse que Osorto, el guardaespaldas del comerciante, estaba en el lugar, quien repelió el ataque, provocando un cruce de balas, resultando gravemente heridos los tres.
El supuesto sicario fue trasladado con vida al Hospital Regional del Sur, donde minutos más tarde falleció, mientras que Montoya y su guardaespaldas fueron llevados a un hospital privado, donde falleció Osorto.
Drogas
Al principio, las autoridades manejaban que el hecho se había producido por un intento de asalto, no obstante, el comandante de la Unidad Metropolitana de Prevención (Umep-6) de Choluteca dijo que las primeras indagaciones revelan que el problema es por pleito de territorios para la venta de droga.
“El hecho iba dirigido contra una de las personas que supuestamente es distribuidor de drogas, y es muy probable que tenga relación con el decomiso que se hizo ayer (el lunes) de un kilo de coca”, indicó el jefe policial en la zona.
Venganza
El día se tiñó de sangre desde las 6:50 am, cuando en otro hecho criminal tres comerciantes del mercado Inmaculada Concepción, de la misma ciudad, e integrantes de una sola familia, resultaron con graves heridas de bala.
Estos fueron identificados como Manuel Antonio Méndez (de 32 años), originario de El Paraíso y residente en Choluteca; Nelson David Flores (de 22) y Cirila Banegas Dominguez (de 34), originaria de Las Lajitas, San Marcos de Colón.
Las investigaciones policiales indican que el victimario llegó con la intención de ajustar cuentas, debido a pleitos de familia, pero Méndez al momento del ataque logró desenfundar su arma de fuego y respondió hiriendo al sicario, quien luego se fugó dejando tirada su arma.
