Tegucigalpa, Honduras
Entre el llanto desgarrador, consternación e impotencia fueron retirados los cuerpos de un motorista de un rapidito y su ayudante ultimados a balazos la noche del miércoles en el cementerio de la colonia Divino Paraíso de la capital.
Las víctimas son Edward Esteeven García Estrada (23), motorista del autobús con registro número 485 de la ruta Divino Paraíso-Mercado, y Estodser Jobel Amador García (17), cobrador de la unidad motorizada.
Los infortunados fueron raptados por sus homicidas en la unidad de transporte en la que se ganaban la vida y llevados al camposanto donde les quitaron la vida a balazos.
Se confirmó que García Estrada era originario y residente en la aldea El Durazno y que deja a un hijo, mientras que el menor era oriundo de Danlí, El Paraíso, y vivía en la colonia Nueva Danlí, cerca del Divino Paraíso.
Familiares se presentaron a retirar los cadáveres de la morgue capitalina. Agentes de la Sección de Homicidios de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) realizan las averiguaciones orientadas a identificar a los responsables del hecho. Una pariente de García Estrada aseguró, sin poder contener el llanto, que no se explica por qué le quitaron la vida en esas circunstancias, ya que él nunca comentó que hubiese recibido amenazas de muerte.
“Él era un muchacho joven, trabajador. Le han quitado la vida a alguien que no se lo merecía”, lamentó.
Mi familiar, prosiguió, no se metía con nadie, era tranquilo y trabajador. La doliente aseguró que Edward Esteeven nunca les dijo que había recibido amenazas y que siempre pagaban dinero por la extorsión. Por su parte, un hermano del fallecido lamentó que la situación de la delincuencia esté tan difícil, ya que “no es justo que gente trabajadora y humilde esté perdiendo la vida en esa forma”.
Hasta ayer, los cuerpos de investigación no tenían pistas de los autores materiales e intelectuales del doble crimen, por lo que parientes temen que el hecho criminal quede en la impunidad, como ocurre en la mayoría de los casos.
Según datos estadísticos, con García Estrada son nueve los motoristas que han perdido la vida en lo que va del presente año: seis en Tegucigalpa; los restantes, en el norte y occidente del país.
La mayoría eran conductores de rapiditos del transporte urbano capitalino, el sector que más ha sido afectado por la violencia provocada, supuestamente, por bandas de extorsionadores, según los datos que manejan las autoridades.
