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Muertos encontrados en cementerio clandestino fueron torturados

  • 12 julio 2016 /

Santa Bárbara, Honduras.

Porque su hijo tenía dos dedos de más en cada una de sus manos, Geovany García identificó a Franquil Josué García Rodríguez como uno de los dos cuerpos exhumados ayer de las fosas clandestinas que mareros tenían en una propiedad de San José de la Sierra, en Quimistán, Santa Bárbara.

Mientras se hacían las excavaciones en busca de otros cuerpos, los agentes de la Dirección de Investigación Policial (DPI) encontraron enterrado un saco con cuatro fusiles; entre ellos, una AK-47, dos subametralladoras, una mini uzi, cuatro chalecos y munición.

Después de tres días de espera de los familiares, las autoridades comenzaron las exhumaciones y sacaron de una de las fosas que ya estaba ubicada el cuerpo de un hombre que presumen puede ser el de José Marlon López Gámez (18), pero por el estado de descomposición no lo pudieron identificar.

Foto: La Prensa

Ahora con el dolor de ver a sus familiares en la forma en que fueron asesinados podrán darles sepultura cuando Medicina Forense les entregue los restos.
El único de los tres jóvenes que desaparecieron el 30 de junio de una zona cercana a la propiedad que era utilizada como cementerio y que no ha sido encontrado es Óscar Antonio Sarmiento (24).
Su madre Walterina Escobar esperaba identificarlo porque en uno de sus brazos tuvo una operación, por lo que le quedó torcido, pero ayer a las 2:30 pm los forenses decidieron retirarle: se fue triste a su casa.“No quiero que me dejen sola con esta angustia. Tenemos temor de que ya no nos ayuden con la búsqueda”, dijo doña Walterina.

Los familiares siguieron buscando otras fosas entre la plantación de plátano. Policías de Santa Bárbara expresó que darían seguridad hoy si los mismos familiares hacían las búsquedas.

Mientras forenses realizaban la excavación, los familiares de José Sabel Alba Oliva (28) buscaban alguna información, pues desapareció el 3 de julio cuando andaba haciendo pedidos de pollo en La Acequia.

Foto: La Prensa

La plantación de plátano también era utilizada por los mareros para enterrar sus armas.
Las fosas fueron descubiertas después de que la Policía confirmara la captura de tres supuestos mareros que vivían en la casa de la propiedad de la que se habían apoderado.

Ese día les decomisaron una AK-47, dos revólveres, un chaleco policial y munición.

Con el hallazgo de los cuerpos, las autoridades confirmaron que a los jóvenes los torturaron, amarraron de pies y manos, les asestaron machetazos en sus cuerpos y les cortaron sus cabezas.

Luego los enterraron al pie de las matas de plátano, lugar que también utilizaban para enterrar sus fusiles utilizados para atemorizar a los habitantes de la zona, de la que se han apoderado.

Foto: La Prensa

Parientes de otros desaparecidos continuarán las excavaciones si la Policía les da seguridad, pues los grupos antisociales se han apoderado de San José de La Sierra y no hay vigilancia policial ni militar.