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Pandilleros son magnates del transporte a base de amenazas

  • 24 febrero 2016 /

La Mara Salvatrucha compra a bajos precios las unidades a los transportistas que son amenazados.

Tegucigalpa, Honduras.

A expensas de cualquier cosa y bajo amenazas a los dueños de unidades, los miembros de la Mara Salvatrucha ahora son empresarios del transporte.

Intimidan a los propietarios de buses y los obligan a que les vendan los vehículos a cantidades pequeñas, así ahora se han convertido en magnates del transporte.

Los buses son adquiridos con dinero producto de la extorsión y son puestos a nombre de testaferros.

Julián Pacheco, ministro de Seguridad, dijo en diciembre de 2015 que se habían incautado seis buses a extorsionadores. Según se conoció se han detectado fuertes inversiones a precios bajísimos como unidades de lujo que cuestan un millón de lempiras y ellos los compran hasta en un 50% del precio.

“Ahora son grupos empresariales, tienen lavadores de activos, contadores, abogados y todo el equipo para funcionar como una corporación”, confirman expertos en el tema.

Los extorsionadores también han recurrido al reclutamiento de jóvenes con “historial limpio” o sin antecedentes penales para pagarles sus estudios de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, para que posteriormente estos sean los defensores de los criminales.

En detalle

1- Los criminales fundan empresas para lavar dinero y aumentar sus ganancias,. Al frente de las compañías están testaferros, lo que hace difícil detectar las operaciones.

2- Al parecer los pandilleros pagan becas para estudiantes sin antecedentes penales, les pagan las carreras de licenciatura en derecho y hasta les compran casas para que se conviertan en defensores de los extorsionadores.

3- Los extorsionadores utilizan a jóvenes, muchas veces menores de edad para que cobren el 'impuesto de guerra' y ellos son los que en su mayoría son detenidos.

Foto: La Prensa

Los miembros de la Policía Militar realizan allanamientos en los sectores tomados por los extorsionadores.

Foto: La Prensa