Tegucigalpa, Honduras
'Por hacerme daño a mí, se vengó con mi hijo y me dejó herido al otro más grande', comenzó diciendo entre lágrimas Patrocinia García, quien viajó a Tegucigalpa a reconocer el cadáver del pequeño Ezequiel Alexander Hernández (7), quien desapareció el 13 de febrero.
El cuerpo del menor fue hallado a inmediaciones de un potrero en la colonia CGT en estado de descomposición. Tenía, según autoridades de Medicina Forense, entre cuatro a cinco días de muerto.
Patrocinia explicó que su expareja, Juan Francisco Perdomo, fue quien asesinó a su pequeño, ya que hace dos días la llamó y le mencionó que 'vas a llorar lágrimas de sangre, a tu hijo ya te lo desaparecí'.
Autoridades 'no hicieron nada'
La abuela del menor asesinado reveló que anduvo junto a su hija en todas las instancias del Gobierno, tanto civiles como militares, interponiendo denuncias, pero nunca hicieron nada.
'Anduvimos en todas las autoridades de Comayagua, pero no nos resolvieron nada. Sabe qué nos dijeron: que les faltaba una orden de captura', reveló.
Dijo que 'les presentamos las pruebas, que se había llevado los niños, que había herido a este otro, les pusimos todo sobre la mesa, pero no hicieron nada'.
'Por hacerme daño a mí, se vengó con mi hijo y me dejó herido al otro más grande', comenzó diciendo entre lágrimas Patrocinia García, quien viajó a Tegucigalpa a reconocer el cadáver del pequeño Ezequiel Alexander Hernández (7), quien desapareció el 13 de febrero.
El cuerpo del menor fue hallado a inmediaciones de un potrero en la colonia CGT en estado de descomposición. Tenía, según autoridades de Medicina Forense, entre cuatro a cinco días de muerto.
Patrocinia explicó que su expareja, Juan Francisco Perdomo, fue quien asesinó a su pequeño, ya que hace dos días la llamó y le mencionó que 'vas a llorar lágrimas de sangre, a tu hijo ya te lo desaparecí'.
Francisco Perdomo es señalado de haber raptado a dos niños el sábado 13 de febrero, entre ellos a su hija biológica y a su hijastro, este último apareció muerto días después. También lo señalan de herir en el cuello a otro joven (otro hijastro).
Los restos del menor fueron trasladados a la morgue de Tegucigalpa, capital de Honduras, hasta donde viajó la madre para reclamarlos.
'Tenía más de 12 meses de que ya no estaba con él, tenía orden de alejamiento pero nunca respetó, había muchas denuncias pero nunca hizo caso', siguió contando.
Agregó que la última vez que vio a su hijo fue el viernes cuando este regresó de la escuela.
'En la mañana me fui a trabajar y lo dejé dormido. Yo les dije (a todos mis hijos), antes de irme, duerman hasta la hora que ustedes quieran, pero no me imaginaba que me lo iba a llevar ese hombre', explicó García, con un nudo en la garganta.
Añadió que 'la niña me la entregó el domingo como a las cuatro de la tarde. La propia niña me contó que desde que los raptó, los separó, y que a ella la andaba aparte y al otro niño lo dejó encerrado en una casa. Este hombre le dio una pastilla y el niño vomitaba, no sé qué le pasó, será que lo intoxicó; no sé y no quiero pensar lo que le hizo'.
'(Ezequiel) solo fue una semana a la escuela y viera qué alegre iba él a la escuela. Se le acabaron las ilusiones a mi niño', concluyó la madre ahogada en llanto.
 El pequeño Ezequiel Alexander es una víctima inocente.
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La abuela del menor asesinado reveló que anduvo junto a su hija en todas las instancias del Gobierno, tanto civiles como militares, interponiendo denuncias, pero nunca hicieron nada.
'Anduvimos en todas las autoridades de Comayagua, pero no nos resolvieron nada. Sabe qué nos dijeron: que les faltaba una orden de captura', reveló.
Dijo que 'les presentamos las pruebas, que se había llevado los niños, que había herido a este otro, les pusimos todo sobre la mesa, pero no hicieron nada'.
