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Investigan si tráfico de drogas originó masacre en 'El Infiernito”

  • 25 noviembre 2015 /

Unos siete criminales sacaron de sus casas a seis personas en el sector El Infiernito de la colonia 19 de Septiembre y junto a otro joven que llegó los acribillaron a balazos.

Tegucigalpa, Honduras

Dos minutos, en los que se escucharon más de 100 disparos, bastaron para sembrar el horror y para apagar para siempre los lamentos de siete personas que fueron sacadas violentamente de tres casas ubicadas en la ribera del río Guacerique.

“¡Me duele, me duele, ayúdennos!”, gritaba con desesperación una de las víctimas de la masacre ocurrida en el sector El Infiernito de la colonia 19 de Septiembre en Comayagüela, relató un testigo del sangriento hecho.

Seis cuerpos quedaron tendidos boca abajo en el patio de una casa, el otro a pocos metros de distancia. Los criminales huyeron de la escena dejando una estela de llanto, dolor y consternación.

Entre las víctimas mortales se identificó a seis hombres y una joven mujer en estado de embarazo con múltiples heridas de bala.

Los muertos. Los nombres de los occisos corresponden a Wilian Donay Zelaya Matute (36), su hermano Alex Leonardo Zelaya Matute (26) y el sobrino de ambos Yoján Enrique Zelaya Palma (20), así como María Elena Cerrato Cerrato (19), Selvin Lenín Cuéllar Escalón (35), Óscar Rolando Maradiaga Hernández (33) y Ángel Javier Ordóñez Corea (18). Seis vivían en el lugar del crimen, Ordóñez Corea llegó tras escuchar los gritos y pereció.

En un ambiente de llanto, consternación y de impotencia de familiares, las autoridades hicieron el reconocimiento legal de los cadáveres.

Equipos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) y de otros cuerpos policiales empezaron las pesquisas orientadas a identificar a los malhechores y establecer los motivos del suceso sangriento.

Foto: La Prensa

Boca abajo en el patio de una casa quedaron los cadáveres.


Balacera

La fría madrugada de ayer trascurría tranquila en la colonia 19 de Septiembre, que colinda con Los Laureles.
En otro lado del río está la colonia Flor del Campo, controlada por la pandilla 18.

El silencio se interrumpió alrededor de las 4:00 am luego que pandilleros cruzaron el río, llegaron hasta las humildes viviendas y a golpes comenzaron a abrir puertas.

“Todo era ruidos y gritos, quienes los mataron andaban vestidos de negro y con armas largas; hay unos que dicen que entraron vestidos como policías”, relató el testigo sin poder ocultar su conmoción por la matanza.

Según la información que manejan los cuerpos de investigación, en el múltiple crimen participaron entre seis y siete matones, todos jóvenes; aunque otras versiones presumen que habrían sido nueve los atacantes.

“Entraron a las casas sin decir nada, solo sacaron a la gente, los pusieron aparte y les dispararon a todos, a algunos en la cabeza, a otros en diferentes partes del cuerpo”, expresó el testigo.

Según el informante, transcurrieron como dos minutos para que los criminales consumaran el hecho, luego se fueron por la ribera del río.

“Uno de ellos gritaba ‘¡me duele, me duele, ayúdennos!’; fueron más de 100 disparos los que se escucharon, a uno de ellos, creo, no sé si le sacaron los ojos, ahí se miraba todo, estaban sin cerebro, eso fue duro”, comentó.

Mientras tanto, en la escena el llanto desgarrador conmovió a vecinos y policías, entre ellos el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Leonel Sauceda, quien no pudo contener las lágrimas.

Doña Ermelinda Escalón lamentaba entre el llanto la muerte de su hijo Selvin Lenín Cuéllar y lo mismo hicieron otros dolientes.

“Yo no pido nada a las autoridades, solo pido la justicia de Dios, porque no hay mejor autoridad que nuestro padre celestial”, expresó.

Del tiroteo hubo sobrevivientes, cuatro por lo menos, quienes le dan gracias a Dios por haberles salvado la vida.

Foto: La Prensa

Los siete cuerpos son trasladados a la morgue capitalina.
Viva de milagro

“Dios me defendió, si no estuviera muerta”. Así se expresó la señora, una pariente de Ángel Javier Ordóñez Corea, cuyo nombre se omite por su seguridad.

La sobreviviente relató que ella dormía en su casa junto a su pequeña hija de seis años; de repente, los criminales entraron y luego salieron sin decirle nada.

“Le doy gracias a Dios porque por él estoy viva; si él no me hubiera defendido, estuviera muerta”, relató.

Los cuerpos de las siete víctimas fueron ingresados a la morgue capitalina tras el reconocimiento legal y entregados a los familiares en horas de la tarde.

Hipótesis preliminares. La hipótesis más fuerte que maneja la Policía es que los autores materiales del múltiple crimen son pandilleros, por lo que se investiga para identificarlos.

El propio ministro de Seguridad, Julián Pacheco, aseguró ayer en conferencia de prensa que “ambos hechos (la matanza de ayer en Tegucigalpa y la del martes en Choloma) fueron por un enfrentamiento de pandillas”.

Después de ocurrir el hecho sangriento, varios equipos de la Policía se desplazaron por la zona a montar operativos con el fin de capturar a los responsables.

Lo que manejan los cuerpos de investigación es que el hecho se habría originado por pleito de territorio para el tráfico de drogas entre dos bandas criminales.

Un informante presume que los asesinos buscaban a los “jefes” de un grupo delictivo que opera en la colonia, quienes, supuestamente, hace dos semanas amenazaron con cometer un “cagad...” y que no importaba si los muertos eran inocentes.

“La colonia siempre ha sido sana, pero hace unos días ya les había dicho la banda contraria que tenían que ceder el territorio porque si no iba a correr la sangre y eso fue lo que pasó”, dijo un testigo.

Vecinos de la colonia 19 de Septiembre criticaron la fuerte presencia de uniformados después del crimen, ya que nunca llegan a patrullar. Algunos atemorizados vecinos confiaron que miembros de grupos criminales los tienen en zozobra.