05/12/2025
06:50 PM

Niño muere de hambre encerrado en su vivienda

Jairo Bú, un niño de 7 años con una discapacidad física, quedó solo durante cuatro días en su casa en Ceibita Sur, Santa Bárbara.

Santa Bárbara, Honduras.

Se quedó solo en la humilde casa donde vivía con su madre y dos hermanitos.
El pequeño Jairo Bú (7) sufría una discapacidad física y requería una atención especial, pero la falta de dinero para sostenerlos obligó a la madre a salir a trabajar para ganar dinero.

Desde el 31 de diciembre la madre identificada como Miriam Castellanos (35) dejó al pequeño en la vivienda ubicada en la colonia España en la comunidad de Ceibita Sur en Santa Bárbara.

El niño pasó cuatro días solo, sin comida y sin agua, aseguraron los vecinos. El padre del niño está en prisión, por lo que la madre sostenía la casa. “Desde que el papá cayó preso, la mamá tenía que buscar la manera de conseguir la comida de los niños. Ella se fue, lo malo es que no dejó al niño bajo el cuidado de otro pariente o de alguien y en su cama murió”, dijo una de las vecinas. Fue hasta el sábado 3 de enero que el cadáver del niño fue encontrado en el interior de la casa, estaba acostado, arropado, en su cama dio el último suspiro.

Fue su abuela la que llegó a la casita porque no tenía noticias de su hija ni de sus nietos y cuando ingresó encontró el cuerpecito del pequeño.

De inmediato se avisó a las autoridades, las que llegaron al lugar a levantar el cadáver. “Será la autopsia la que determinará las causas que produjeron la muerte del menor. Los vecinos son los que afirman que el niño no comía, pero es la autopsia la que determinará el caso. Por los momentos un equipo de agentes trabaja en el caso y se busca a la madre porque está desaparecida”, indicó José Casco Torres, jefe de la Policía en Santa Bárbara.

El cadáver del menor sigue en la morgue de Medicina Forense en San Pedro Sula debido a que no ha sido retirado por sus familiares. La consternación priva en la comunidad de La Ceibita, los pobladores lamentan la muerte del pequeño que a pesar de sus limitaciones físicas con su dulzura se había ganado el cariño de sus vecinos.